El miércoles 2 de marzo, los máximos responsables de la Plataforma Cuba Democracia ¡Ya! presentaron sus proyectos en la Fundación Hispano Cubana. Tanto Rigoberto Carceller como Miguel Ángel García Puñales, se esforzaron en despertar el interés de los asistentes por las iniciativas de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba, grupo que lidera Martha Beatriz Roque y que pretende –a mi juicio contra toda esperanza- celebrar un encuentro internacional en La Habana. Ya han invitado a decenas de políticos europeos, entre ellos al propio José Luis Rodríguez Zapatero. La fecha que han elegido es la del 20 de mayo, día en la que se celebra el 103 aniversario del reconocimiento de la independencia cubana.
Martha –bajo licencia extra penal y con el cepillo de dientes en el bolso- se ha convertido en el enemigo número uno del castrismo. Sólo así se entiende que sean tantos los desalmados que intenten desprestigiarla, entre ellos el corresponsal del diario El País en la Prisión-grande. El grupo PRISA prefiere hacer campaña a favor de otros supuestos disidentes que –a pesar de que cuentan con un inmerecido apoyo mediático en nuestro país– son incapaces de disimular que trabajan para la tiranía infiltrándose entre sus víctimas. Es el caso de Eloy Gutiérrez Menoyo, quien tenazmente descalifica todo intento que pretenda denunciar los crímenes de los que hoy son sus amigos.
Según informó Mauricio Vicent el sábado 5 de marzo en el periódico de Polanco, Menoyo acusó a Martha de deshonrar a la disidencia por apoyar las sanciones que en contra de sus verdugos ha establecido el Gobierno estadounidense. Está claro, entre Bush y Castro, Menoyo se queda con el Monstruo de Birán, por lo que trata de justificar a la tiranía con el objetivo de que ésta no reciba demasiadas críticas después de que niegue la visa a los que pretendan sumarse a la iniciativa de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en la Isla-cárcel.
No podía ser de otro modo. El amigo de Felipe González coincide con los tribunales robolucionarios cuando –con otras palabras– acusa a Martha de trabajar para una potencia enemiga. Mauricio Vicent lo sabe, por eso le otorga tanta importancia a un tipo que no tiene ninguna. En cualquier caso, no nos puede sorprender nada de lo que hoy diga un miserable como Menoyo, lo que sentimos es la división que existe entre dos personas decentes como son Oswaldo Payá y Martha Beatriz. A Vicent le consta que su distanciamiento únicamente beneficia a los verdugos que tanto fascinan al presidente del Partido Socialista Obrero Español, sólo así se entiende que reseñara tan a tiempo las palabras del líder del Movimiento Cristiano Liberación quien, sin aportar ningún tipo de pruebas y en el peor de los momentos, acusó al grupo de Martha de “difamar durante años a los verdaderos líderes de la oposición”.
