"Roses in May", hijo de "Devil His Due" y "Tell a Secret", acaba de ganar la Copa de Dubai, la carrera hípica más rica del mundo. Siempre me han llamado mucho la atención los nombres que los propietarios suelen ponerles a sus caballos... "Rosas en Mayo", "Rosas en Mayo"... ¿Por qué, "Rosas en Mayo"?... Pienso en la grácil Sarah Ramsey formando con destreza, no fuera a cortarse con una espina, un bonito abanico de rosas rojas, las primeras que da su rosal en mayo; y a Ken, su marido, gritándola desde las cuadras: "¡Sarah, cielo, Tell acaba de parir!... ¡Ha sido niño!"... "¡Ya está!", cabilaría entonces la delicada señora Ramsey, "¡le llamaremos Rosas en Mayo!"... Es posible, ¿no?...
O quizás fuera sencillamente que Ken Ramsey, un ricachón de cincuenta años que estuvo "grafiteando" junto a Dani el rojo, hombro con hombro por las calles de París allá por 1968, y que luego consiguió su desbordante fortuna diseñando microchips, quisiera proteger, a ojos de Sarah, ese puntito contestatario que terminó por enamorarla, bautizando "Rosas en Mayo" a un potro que nació en pleno mes de noviembre, justo cuando empezaban a caer los primeros copos de nieve. ¿Quién sabe?... El caso es que "Rosas en Mayo", un caballo de cinco años clasificado en el "Top" del año pasado por detrás de su compatriota "Medaglia d'Oro" e inmediatamente por delante del japonés "Zenno Rob Roy" (es mucho mejor no imaginarse nada) ha hecho seis millones de dólares más ricos a sus dueños, los ya de por sí riquísimos Ken y Sarah Ramsey.