Sobre Juan Pablo II el Grande y otros líderes religiosos

En cuanto al nombre que le han puesto al jueves*… debería estar enfadado por eso pero no lo estoy. Es la cosa religiosa, ya sabe. Separación iglesia-estado, los antisistema, los anti-antisistema y todo eso.

 

Es que hay gente que de veras está muy enfadada con lo de D.C. (Después de Cristo). Están tan enfadados que se niegan a enfrentarse al término e insisten en cambiar el idioma, así que los años que empiecen con 1 serían llamados E.C. por “era común”, lo que me suena fatal.

 

Creo que no hay en absoluto nada de común entre la era que se extiende del 1 a la actualidad y más adelante hasta donde el ojo pueda ver, como solían decir sobre el déficit. Si usted va a cambiar las cosas, por lo menos salga con algo bueno, así el cambio vale la pena.

 

Pero, claro, lo principal es que hay que dejarlo estar, olvidarlo, que la cosa se enfríe. Sus creencias sean judías, musulmanas, budistas, animistas o ateas no están en peligro aquí. No están en peligro por el jueves, el día de Thor en el mundo anglosajón y escandinavo, nombrado así en honor del dios nórdico del trueno, que viajaba en un carro tirado por dos cabras y que blandía un martillo poderoso llamado Mjollnir. Thor era un dios grande, malo, bárbaro y cruel, era ese tipo de Dios al que Josef Stalin no habría tenido ningún problema en rezarle. Y hay otros 3 días más nombrados en honor a los dioses nórdicos.

 

¿Cómo es que los ateos nunca protestan por estas cosas? Y ya puestos, ¿cómo es que los cristianos, judíos, musulmanes, etc. no protestan tampoco? ¡Qué escándalo tener que aguantar ese homenaje a deidades extranjeras 4 días a la semana!

 

Y ¿cómo es posible que en Estados Unidos, con su tradición constitucional de “verse libres de la presencia de la religión”, pueda el gobierno permitir poner esos nombres en los documentos oficiales, uno tras otro, fechados con esos nombres infectados de religión? Porque, les aseguro que en el historial del Congreso dice “jueves”, o “miércoles” justo en la parte superior de la primera página de ambas secciones de la Cámara y del Senado. (Lo dirá justo antes de la oración diaria que reza el capellán, ciertamente, aunque ése es tema de otro día. Francamente, para el caso que le hacen al rezo diario del capellán, podría estar rezándole a Thor...)

 

Todo esto me viene a la mente a raíz de la tontería de esa gente que anda quejándose porque han puesto la bandera a media asta en honor al Papa Juan Pablo el Grande. Calma, tíos, no vale la pena vuestra ira. Dejadlo pasar y ya, ¿no podemos tratar de llevarnos bien?

 

Yo no soy católico y sin embargo pienso que el Papa Juan Pablo II fue un gran hombre y un gran Papa. Por eso me he referido a él como “el Grande” en párrafos anteriores. Muchos otros, hasta muchos con altos cargos, están usando la misma frase para referirse a él y pienso que será muy común en los años y siglos venideros reconocerlo como tal. De todas formas, así lo espero.

 

Fue el Papa número 265. De acuerdo a la Enciclopedia Católica, sólo 3 de los 264 anteriores fueron llamados “el Grande”, siendo el primero León I (440-61 D.C.) que acabó la herejía de los pelagianos. Personalmente creo que Pelayo era un tipo de primera, una clase de proto protestante, aunque es difícil de decir con certeza ya que León y el resto de la infraestructura católica destruyó todo lo que fuera favorable hacia Pelayo quien presuntamente era británico y gordo.

 

Yo creo que si un Papa como León I fue grande, entonces es seguro que Juan Pablo II lo fue también. Pero a diferencia de León y los otros 2 grandes papas oficiales, Gregorio I (590-604 DC) y Nicolás I (858-67 DC), Juan Pablo será recordado no por las grandes cosas que hizo en materia de asuntos internos católicos, sino por las cosas que hizo en el mundo laico, lo cual es otro motivo más para que los no católicos no se agiten tanto por lo de la bandera a media asta en su honor o por el hecho que el presidente Bush haya ido a Roma a su funeral.

 

Lo que León le hizo al pobre Pelayo, se lo hizo Juan Pablo a todo el mundo comunista. Muchos papas han sido activos en políticas laicas. Julio II (1503-13) por ejemplo, personalmente, lideró armadas papales en batalla contra todo tipo de duques italianos y otros peces gordos que trataron de oponérsele. (También tuvo su lado amable, siendo el Papa que encargó a Miguel Ángel pintar la Capilla Sixtina)

 

Stalin (el de “¿Cuántas divisiones tiene el Papa?”) podría haber respetado al guerrero Julio pero fue el totalmente pacífico pero devastadoramente efectivo Juan Pablo quien ayudó a destruir la Unión Soviética, estando hombro a hombro con Ronald Reagan, el cual sí tenía unas cuantas divisiones, pero que no tuvo que usar ninguna para ganar la Guerra Fría, gracias en parte a los esfuerzos de un gran Papa que vio en el comunismo ateo, el desastre moral que era.

 

Estoy a favor de honrar a un hombre como Juan Pablo II y no me importa de qué religión sea. Probablemente es poco realista considerar rebautizar un día de la semana en su honor pero por lo menos podemos izar la bandera a media asta y mandar al Presidente a su funeral.

 

© 2005 Jay Bryant

 

© 2005 Traducción por Miryam Lindberg

 

Jay Bryant es un famoso escritor y experto en Medios de Comunicación. Actualmente es moderador de los Seminarios del Capitolio. Sus comentarios también pueden oírse en la Radio Nacional Pública Americana (NPR) en el programa “All Things Considered”.