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Alberto Recarte

El INE, el PSOE y la Unión Europea

El INE tendrá que ser cuidadoso a la hora de distribuir el ajuste entre el pasado y el presente económico, pues políticamente recibirá todo tipo de presiones para que concentre la revisión en 2004 y 2005, en lugar de en los años en los que gobernaba el PP

El Instituto Nacional de Estadística continúa con su política de suministrar informaciones parciales sobre la población y la actividad económica en España. Hace unas semanas publicó los datos de población residente, que se fijaba en 44 millones, de los cuales casi 4 millones eran inmigrantes. Ahora, ha dado a conocer una nueva encuesta, más precisa, de población activa, ocupada y en paro, que rompe la serie estadística y hace difícil las comparaciones. Según estos nuevos datos, la población activa es de 20,6 millones de personas, los ocupados de 18,5 millones y los parados ascienden a 2,1 millones. En 2004, el número de ocupados aumentó el 4,3%; en total, 893.000 nuevos empleados, de los cuales 132.000 no aparecían en las anteriores estadísticas.
 
Estas revisiones son incoherentes con los datos de PIB de los últimos años, que siguen sin revisarse y que registrarán una subida importante cuando finalmente se haga. El INE tendrá que ser cuidadoso a la hora de distribuir ese ajuste entre el pasado y el presente económico, pues políticamente recibirá todo tipo de presiones para que concentre la revisión en 2004 y 2005, en lugar de en los años anteriores en los que gobernó el PP. La euforia reciente de Miguel Sebastián sobre la economía española, que aseguraba que en 18 meses estaría creciendo al 4%, puede tener que ver con estas revisiones.
 
En el pasado, durante 1998 y 1999,  el gobierno del PP presionó al INE para que rebajara su estimación del PIB, para que un mayor número de regiones pudieran recibir transferencias europeas y pudieran subvencionar legalmente la instalación de nuevas empresas. Ahora es posible que el PSOE esté presionando al INE para que magnifique y publique, lo antes posible, los datos de PIB y renta per capita, que si es tan alta como se espera, justificará la revisión al alza, aparentemente autónoma, que hizo Eurostat hace unos meses sobre la renta per capita y el índice de convergencia de España y que reforzaría el planteamiento de la Comisión europea de reducir drásticamente las ayudas a España en el nuevo plan de financiación para el periodo 2007-2014. Y el Gobierno de Rodríguez Zapatero podría explicar su fracaso en la obtención de fondos de la Unión Europea. España aparecería mucho antes de lo esperado como contribuyente neto, porque somos mucho más productivos de lo que registraban hasta ahora las estadísticas, lo cual, en gran parte, es cierto; en contra de lo que proclamaba el PSOE desde la oposición.
 
El problema con el reparto de fondos europeos es que Gran Bretaña recupera una parte importante de su contribución con un cheque anual, y Francia y Alemania reciben enormes transferencias para su agricultura, mucho más de los que recibe proporcionalmente España. Y si los nuevos fondos se van a concentrar en el periodo 2007-2014 en I+D, nuevamente Alemania, Francia y Gran Bretaña serán los beneficiados, porque España no tiene capacidad para proponer y gastar este tipo de ayudas. La resultante es que España puede convertirse en el primer contribuyente neto per capita de la Unión Europea; a pesar de seguir alejado de los niveles de renta de los más desarrollados.

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