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GEES

Modelo de hipocresía

mientras despreciamos a los violentos e ignorantes cowboys, seguimos estrechando relaciones con regímenes poco democráticos para asegurarnos la provisión de suministros energéticos o mayores mercados

George W. Bush ha visitado Letonia y Georgia, dos estados que fueron parte de la Unión Soviética, que sufrieron la dictadura comunista, que lucharon por su independencia y que, con desiguales resultados, construyen una democracia. El presidente norteamericano ha vuelto a defender, ante un público entregado, su compromiso con la expansión de la democracia. La sola visita a estos dos estados y sus palabras han molestado mucho a su anfitrión en Moscú, el presidente Putin, que como muchos otros rusos siente la independencia de esos estados como un desgajamiento y las referencias a la libertad y la democracia como un inequívoco ejemplo de expansionismo norteamericano. La democracia rusa no confía en la democracia, ve en ella una forma ajena de ordenar la sociedad que atenta contra sus intereses nacionales. Aún así Bush ha insistido en su discurso, profundizando la crisis declarada en la cumbre de Bratislava.
 
El presidente georgiano Saakashvili recibió a Bush con estas palabras: “hace dieciocho meses también cien mil georgianos vinieron a esta plaza en defensa de la democracia con el sueño de vivir libres. Durante las semanas y meses posteriores a la Revolución Rosa ningún país estuvo tan próximo a Georgia como Estados Unidos. Mediante el apoyo diplomático, la ayuda económica y la asistencia en materia de seguridad Estados Unidos estuvo allí. Por este apoyo, el pueblo georgiano estará eternamente agradecido” Saakashvile no mencionó a Rusia, su principal obstáculo para ser un país independiente y libre, pero tampoco citó a los europeos. Algo semejante podrían decir los ucranianos, aunque ellos sí encontraron el apoyo de la Comisión, que no de Francia o Alemania. Allí donde la libertad intenta afianzarse Estados Unidos trata de ayudar, mientras los europeos buscan asegurarse su bienestar.
 
Al mismo tiempo que Bush viajaba por estos países, la Comisión cerraba con Moscú nuevos acuerdos, entre los que se encuentra una mayor coordinación de sus diplomacias. Puesto que su visión del mundo es tan semejante y sus intereses tan complementarios, bueno es que acerquen posiciones. Mientras nos refocilamos en nuestro alto nivel de civilización, respeto a los organismos internacionales y fidelidad al derecho internacional, mientras despreciamos a los violentos e ignorantes cowboys, seguimos estrechando relaciones con regímenes poco democráticos para asegurarnos la provisión de suministros energéticos o mayores mercados y, sin mayor escrúpulo, olvidamos a aquellos pueblos que quieren ser libres.
 
Ciertamente, nuestra capacidad de dar lecciones de moralidad internacional es sólo comparable a nuestra hipocresía.

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