¿Cuándo va a volver a salir a la palestra Pepe Blanco?, ¿cuándo esta furia de la política nacional, como es Pepiño, va a pedir la repetición del referéndum en Holanda? Como ya saben, haciendo una demostración inequívoca de talante democrático, el otro día pidió la repetición del referéndum en Francia, tras la negativa del domingo sobre el Tratado europeo, por lo que es de suponer que ahora el propio Blanco con otra negativa más se empeñará de nuevo en la repetición de la consulta popular.
El nuevo NO, esta vez de Holanda, pone a Europa patas arriba, arrincona definitivamente el nuevo Tratado, fractura el eje franco-alemán y deja a España sin aliados en Europa. Ese es el panorama, esa es la realidad y aunque desde el Gobierno se nos intente explicar una realidad virtual, las cosas van por otro lado muy diferente.
Zapatero se ha equivocado de cabo a rabo. El Gobierno español ha apostado por los aliados erróneos y eso ya tiene difícil solución. El recién llegado jefe del Ejecutivo se dejó deslumbrar por las fotos en El Eliseo y en la cancillería alemana. Pensó que aunque no hable "una patata" de idiomas su “mirada seductora” iba a convencer a estos dos líderes europeos; pero la realidad ha sido muy diferente. Y es que nunca nos han regalado nada desde Berlín y desde París; pero es que además antes de tiempo se los ha llevado la corriente de las urnas.
El presidente del Gobierno desde el primer momento se cerró las puertas de Londres, de Varsovia o de Dublín; socios naturales en Europa por motivos diferentes. Prefirió la vanidad las fotos y de las cámaras, y así le ha ido. Zapatero ha conseguido dejar a España más sola que la una. Sin apoyos, sin aliados y sin ejes. Fuera de contexto, fuera del núcleo de las decisiones y fuera de juego. Ha conseguido en muy pocos meses situar a España como un país marginal dentro de la Unión Europea. Y ahora después del no holandés la situación se agrava considerablemente. Y encima se empeñan desde Moncloa en repetir que ha llegado el momento del liderazgo europeo de Zapatero. Lo siento, pero no estamos locos y los europeos tampoco.
