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Encarna Jiménez

Animalada

La reposición de El hombre y la tierra tiene verdadero interés, por eso no se entiende que se relegue a la medianoche, en vez de apostar por un horario menos marginal, y que se vea precedida por una especie de magazine estirado como Ankawa

Los animales rellenan muchas horas de televisión, sobre todo en verano. Es época de relación con la naturaleza y vuelta a los instintos básicos. Los programadores saben que esto es así, pero a veces se pasan en la dosis y su posología. TVE ha decidido dedicar la noche entera de los viernes a nuestros parientes, pero en una cantidad excesiva y sin demasiado criterio. Esta semana se ha estrenado Ankawa, un espacio presentado por Bertín Osborne, y a continuación, como homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente, se repone El hombre y la tierra, con introducción de su hija.
 
Entre los dos programas suman tres horas dedicadas a los animales domésticos y salvajes, lo que ya constituye un verdadero record para el horario de noche. Si fueran reportajes a la hora de la siesta y en La 2 tendría más sentido, pero dispuestos de esta manera se anula su efecto y mensaje.
 
La reposición de El hombre y la tierra tiene verdadero interés, por eso no se entiende que se relegue a la medianoche, en vez de apostar por un horario menos marginal, y que, además, se vea precedida por una especie de magazine estirado como Ankawa. La vuelta del lobo, que fue el animal más defendido por Félix Rodríguez de la Fuente, muerto en Alaska junto a miembros de su equipo, nos trajo de nuevo la voz inconfundible de uno de los mayores divulgadores de la fauna ibérica. El “amigo Félix” tuvo sus detractores dentro del mundo científico, que calificaba de poco ortodoxa la dramatización de los comentarios sobre los animales. Ahora, sin embargo, al lado de tanta mascota disfrazada, la serie nos aparece como verdaderamente salvaje.
 
El programa de Bertín Osborne no es ninguna novedad, aunque es más propio de sesión de tarde dominical que de horario nocturno. Bertín tiene tablas y simpatía, y está acostumbrado a convivir con animales, pero la estructura de Ankawa es un conglomerado en el que hay vídeos domésticos, entrevistas, apartados de curiosidades y una batería de recursos para sostener el tema durante dos horas. No sé si hay tantos amantes de los animales domésticos y de las extravagancias zoológicas como para que obtenga una audiencia notable.
 
Teniendo en cuenta que el zoo humano está dando tanto de sí en “realities” y programas como A tu lado, Dónde estás corazón, Salsa rosa o El diario de Patricia, es dudoso que la buena intención de Ankawa y El hombre y la tierra capte al gran público, aunque sirva de refresco.
 
Estamos a la espera de que, en un alarde de imaginación, TVE traiga de nuevo la vaquilla deGran Prixcon el incombustible Ramón García, y esperamos no tener que ver este verano a unos pobres animales husmeando en arroyos secos, que suelen ser los mismos siempre, como aquellas vacas locas de hace unos años a las que acabamos dándoles nombres y apellidos.  

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