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Agapito Maestre

La clave “nacional” de las elecciones gallegas

Si Fraga no gana estas elecciones por mayoría absoluta, pues, el fracaso de Galicia será el de toda España, porque su repercusión en el desmontaje de la unidad de España es inmediata

Graves son los problemas de vertebración interna del PP en Galicia, sin un núcleo dirigente claro y distinto al margen de los barones territoriales, y gravísima es la cuestión de la sucesión de Fraga, pero nada de eso es comparable con los peligros derivados de una posible coalición entre los socialistas y nacionalistas gallegos. Galicia quedaría desgobernada, como ya ha demostrado con creces esta coalición en numerosos municipios gallegos, pero las consecuencias serían aún más nefastas para la estructura territorial de España. Su unidad estaría cuestionada.
 
Si Fraga no gana estas elecciones por mayoría absoluta, pues, el fracaso de Galicia será el de toda España, porque su repercusión en el desmontaje de la unidad de España es inmediata. Además de Cataluña, modelo perverso del gobierno de Zapatero en España, el PSOE también gobernaría con la misma clave Galicia y, muy pronto, estaría prestando su abstención para elegir a Ibarreche, en el País Vasco, a cambio de un par de Consejerías a la vuelta de unos meses. La reforma de los Estatutos y, posteriormente, la Constitución adquiría un ritmo endiablado y, al poco tiempo, convocarían unas elecciones generales anticipadas para conseguir la mayoría absoluta. Esos han sido siempre los cálculos del PSOE para mantenerse definitivamente en el poder.
 
Naturalmente, para llevar a cabo estos objetivos el PSOE siempre ha necesitado algo más que una ayuda, un auténtico sostén, es decir, una coalición con quienes explícitamente quieren destruir la unidad de España. O sea, esta “ayuda” o coalición con los nacionalistas no es algo sobrevenido o no deseado por el PSOE, sino que es algo querido, planificado y buscado. He ahí la gran tragedia de España. La estrategia del PSOE no es como algunos creen la “no estrategia”, la dejadez de principios y programas débiles para sortear reveses políticos. Falso. El único fin del PSOE es gobernar renunciando a ser alternativa al PP en calidad de partido autónomo e independiente, que lucha por definir un programa coherente y plausible contra el PP.
 
El PSOE no quiere ser alternativa, o alternancia, al PP allí donde está en la oposición, caso de Galicia, o antes Cataluña y País Vasco, sino que su máxima aspiración es formar coaliciones, frentes y mayorías absolutas heterogéneas para liquidar al PP y, de paso, a la nación española, mientras tanto el partido siempre ocuparía el poder. Por este camino, como anunciara el nacionalista Maragall, la tragedia está detrás de la esquina, porque el socialismo español ha renunciado hace tiempo a hacer una política coherente como partido autónomo e independiente del secesionismo. Por eso, cuando alguien compara la situación del PSOE en Galicia con la del PP en Andalucía, hay que decir que la analogía es falsa. Mientras que el PSOE en Galicia ha renunciado, siguiendo su modelo “nacional”, a ser alternativa en solitario al PP, éste en Andalucía, independientemente de que lo esté o no consiguiendo con el trabajo de Arenas, sólo tiene una mira, casi una obsesión, construir una alternancia al PSOE al margen de cualquier posible coalición nacionalista o semejante.

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