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Juan Carlos Girauta

La alternancia según Rodríguez

El que no mató, secuestró; el que no secuestró, robó; el que no robó, prevaricó; el que no prevaricó, mintió. Y algunos mataron, secuestraron, robaron, prevaricaron y mintieron. Y ese partido pretende sacarle los colores a Federico Trillo

Es corriente que la izquierda se escandalice al leer negro sobre blanco la simple crónica de lo que hace. Le entran unas ganas enormes de cerrarle la boca al periodista o analista si se le ocurre salirse del camino trillado. Y para trillado, lo de Trillo, cuyo linchamiento venía siendo preparado minuciosamente desde que el programa cultural Crónicas Marcianas dedicara un monográfico a sacarle el jugo demagógico a un reportaje previo, lacrimógeno, manipulador, mentiroso y políticamente concertado sobre el Yak 42. Convenientemente despertado el caso, y estimulado el personal, pudo la mayoría parlamentaria reprobar al ex ministro de Defensa. Vamos a ver si entendemos la nueva embestida antidemocrática del gobierno.
 
El PSOE, acompañado de otros, ha convertido el parlamento español en un lugar para la revancha y la imposición de sambenitos. Las personas que pertenecieron a los gobiernos del Partido Popular deben saber que podrán ser sometidos a un proceso general de tipo inquisitorial, donde todo lo que les atañe es sospechoso por definición. Siguiendo una técnica muy habitual en los regímenes totalitarios, se centran en una persona cada vez, despliegan contra ella todos los recursos de la propaganda y obtienen la muerte civil del infeliz.
 
Ahora toca Trillo, y por si se le ocurriera resistir, como así parece ser, los mecanismos de la comunicación y de la opinión dejan paso a las instituciones. Nada más demoledor para la democracia española. Una nueva interpretación del sentido de la alternancia política y del valor decisorio de las mayorías. Podrán reprobar a Trillo, pero no conseguirán nunca que ni el más desquiciado de los hooligans progres le impute al ex ministro intencionalidad, dolo. Aceptémoslo, la convivencia democrática, además de pasar por las exhumaciones de la memoria histórica, la ofensa permanente a los católicos, la disolución de la idea de España y de todo vínculo afectivo con ella, va a pasar también por las reprobaciones formales, institucionales y solemnes de otros gobernantes democráticos.
 
Si el PP acepta el desafío, aprieta los dientes y espera, que se vayan preparando casi todos los que tocaron poder con Felipe González, ristra de chorizos y mafiosos. Los habría honrados, pero ahora mismo no recuerdo ninguno. El que no mató, secuestró; el que no secuestró, robó; el que no robó, prevaricó; el que no prevaricó, mintió. Y algunos mataron, secuestraron, robaron, prevaricaron y mintieron. Y ese partido pretende sacarle los colores a Federico Trillo y le organiza un susto en el Congreso. Es como si Anibal Lecter impartiera un cursillo de manipulación de alimentos.

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