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Ignacio Villa

Tarde, mal y nunca

¿dónde estaba Zapatero el domingo, el lunes, el martes e incluso el miércoles?

La imagen que ofrecía el presidente Zapatero este miércoles era, sencillamente, lamentable. El presidente del Gobierno decidía a media mañana salir del escondite, antes de viajar a China para intentar parar el golpe de uno de los errores de mayor calado social que ha tenido desde que llegara al poder en marzo de 2004. Zapatero ha estado lejos, muy lejos del incendio de Guadalajara y lo que es peor, ha estado totalmente desapegado de las familias de las once víctimas de esta tragedia.
 
Eran las 14.25 del mediodía. Sala de prensa de Moncloa. Fondo gris. Corbata burdeos. Un presidente sudoroso y tembloroso. Dubitativo en los gestos. Torpe en las palabras. Repetitivo en los planteamientos. Y quizá lo más llamativo, nada convincente para sus incondicionales. El presidente del Gobierno ha ofrecido la imagen de alguien derrotado, consciente de su grave error, incapaz de contar la verdad de los ocurrido y escurriendo el bulto de una crisis en la que él es el verdadero responsable final.
 
Rodríguez Zapatero no ha respondido a ninguna de las muchas preguntas abiertas sobre este tremendo desastre. Se ha limitado a repetir las medidas ya anunciadas el lunes por la Vicepresidenta de la Vega. Y luego ha pronunciado esas palabras prefabricadas de condolencia y de solidaridad. Zapatero dice que recibirá a todas las víctimas y que visitará la zona. Eso está bien. Pero hay cuestiones pendientes; ¿dónde estaba Zapatero el domingo, el lunes, el martes e incluso el miércoles?, ¿no ha tenido tiempo para coger un helicóptero y recorrer la zona afectada?, ¿tan ocupado está en la "alianza de las civilizaciones" que no tiene tiempo en solucionar los verdaderos problemas?
 
Como postre, el presidente del Gobierno ha sacado pecho para comparar la actitud del Gobierno Aznar con el Prestige y la de su Gobierno con Guadalajara. Una comparación que no aguanta un minuto, puesto que con todos los matices que se quieran hay una diferencia, en el Prestige no hubo muertos. En Guadalajara han muerto once personas. Pero parece que a Zapatero no le importa, arremete contra el PP y se queda tan ancho. Cuando esta vez la realidad es que el presidente y su Gobierno han llegado tarde, mal y nunca.

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