La decisión del Tribunal de la Unión Europeo de prohibir la adquisición de Gas de Portugal (GDP) por parte de Electricidad de Portugal (EDP) abre un nuevo escenario en la OPA que ha lanzado Gas Natural sobre Endesa. El fallo se ha producido como consecuencia del recurso presentado por EDP ante el veto que puso la Comisión Europea, en diciembre del pasado año, a la operación por considerar que la misma atenta contra los beneficios de la liberalización del sector energético y porque refuerza la posición de dominio en el mercado portugués de EDP. De hecho, el Ejecutivo comunitario señaló en su momento que bastaba con esta segunda razón para decir “no” a la operación y el Tribunal europeo acaba de respaldar esta posición, lo que tendrá consecuencias para el intento de la gasista catalana de hacerse con la primera eléctrica española.
Lo primero que llama la atención del fallo del Tribunal de la UE es que se trata de un pronunciamiento sobre una operación a escala nacional, el mismo carácter que tiene la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Esto quiere decir, ni más ni menos, que la Comisión Europea podría tomar cartas en el asunto, por mucho que el Gobierno insista en que la operación deben valorarla las autoridades nacionales. Pero Portugal no está de acuerdo, porque supondría un trato diferencial a favor de España y porque, en cualquier caso, afecta al mercado ibérico de la electricidad, razón por la cual nuestro vecino ha manifestado su intención de llevar el caso a Bruselas. Allí, si la Comisión sigue su propia doctrina, la OPA podría encontrarse con muchos obstáculos por más que Gas Natural se ha encargado de decir, por activa y por pasiva, que no hay problemas con las autoridades de defensa de la competencia. Será con las españolas –el Gobierno va a nombrar en breve un nuevo presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia, ya que a finales de mes concluye el mandato de Gonzalo Solana; el elegido podría ser el socialista Luis Berenguer, que no hace más que repetir a todo aquel que le quiera escuchar que no hay ningún problema con la OPA; esto se llama prejuzgar– porque con las europeas es otro cantar, por lo que acabamos de ver.