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Juan Manuel Rodríguez

Dulce y millonaria tortura

Guti es un futbolista técnicamente perfecto. Pero la cuestión es otra: ¿es suficiente eso para ser titular indiscutible del Real Madrid?... La respuesta es "no"

Este debate sobre el fútbol de Guti ya me lo conozco yo de sobra, es más viejo que el claqué. Es posible que todos los entrenadores que haya tenido el Real Madrid en los últimos diez años estuvieran confundidos, pero me parece que si dijéramos que el estilo (carácter, regularidad, llámenlo ustedes como quieran) de Guti no ha satisfecho a ninguno de sus entrenadores estaríamos ajustándonos un poquito más a la realidad. Es posible que Guti sea un Francescoli disfrazado. Incluso es potencialmente posible (¡por qué no habría de serlo!) que Guti fuera el líder del Real Madrid de los galácticos. Nunca negaré esa posibilidad, como tampoco me cerraré en banda a la posibilidad de que me toquen mil millones en la lotería, lo que único que constato es que eso no ha sido así en los últimos ciento veinte meses... ¿Puede variar la situación?... Es posible, aunque muy complicado.
 
Carlos Queiroz dijo, entre otras lindezas, el jueves por la noche en El Tirachinas que Guti era un gran futbolista. Y hoy mismo ha insistido en ello Vanderlei Luxemburgo: "Guti es un jugador fantástico, es muy importante para nosotros". Dejando a un lado que nunca en mi vida he oído a ningún entrenador decir "este futbolista es una calamidad" o "aquel jugador me parece verdaderamente malo", no creo que nadie pueda negar la evidencia: Guti es un futbolista técnicamente perfecto. Pero la cuestión es otra: ¿es suficiente eso para ser titular indiscutible del Real Madrid?... La respuesta es "no", y a las pruebas me remito porque Guti, un jugador técnicamente perfecto, lleva siendo discutido por todos y cada uno de los entrenadores que ha tenido el Real Madrid en la última década, hasta el punto que lo único que se ha ganado sin discusión es una plaza en el banquillo de los suplentes.
 
Resulta que este verano, harto de una situación que él considera injusta, lanzó un órdago a la directiva madridista. "Me voy", vino a decir el canterano, "no aguanto más esta situación, yo lo que quiero es jugar al fútbol". Hasta ahí perfecto. ¿Cómo habría de impedirle ser feliz el Real Madrid a un chaval que se ha criado en la Ciudad Deportiva?... El problema es que Guti pensó que llamarían a su puerta clubes del estilo de Bayern de Múnich, Manchester United o Inter de Milán, pero sólo lo hicieron clubes de segunda fila. Luis Figo, por ejemplo, planteó exactamente la misma situación y hoy está jugando al fútbol en el Inter de Milán. Guti no está dispuesto a rebajar su caché deportivo y tampoco quiere que le toquen su caché económico. Por eso estoy convencido de que hará otro esfuerzo más y seguirá chupando banquillo en el Madrid. Se me ocurre el nombre de cien torturas mucho peores que la de estar sentado entre Diogo y Gravesen o Pablo García, según venga el día. La del banquillo es una dulce y millonaria tortura. Y al fin y al cabo un jugador cobra sólo por entrenar de lunes a sábado, ¿no es verdad?...

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