Menú
Ignacio Villa

ZP renuncia a Ceuta y Melilla

Con la ausencia de la representación oficial de las dos ciudades autónomas de la Cumbre hispano-marroquí se confirma sin discusiones que a Zapatero le molestan Ceuta y Melilla

La primera conclusión que sacamos en limpio de la cumbre hispano-marroquí que se celebra este jueves en Córdoba y Sevilla es que a Zapatero le avergüenza la españolidad de Ceuta y Melilla. Una actitud –por cierto– de la que ya teníamos noticia; puesto que todos recordamos que en una visita a Rabat, cuando era el líder de la oposición, se dejó fotografiar delante de un mapa de Marruecos en el que aparecían las dos ciudades autónomas.
 
Esa actitud sin escrúpulos sobre el modelo nacional y sobre los territorios que pertenecen a España nos lleva a la situación en la que estamos. El Gobierno español vuelve a claudicar; en este caso, es con nuestros vecinos del sur. Zapatero, con una torpeza sin paralelismo histórico, ha optado por la estrategia de echar la culpa a los ochos años de Gobierno de Aznar pensando que de esta forma se podía articular una política exterior seria. El Ejecutivo socialista ha conseguido –también en este terreno– desmontar todo lo construido y en un tiempo record nos ha puesto a los pies de Marruecos.
 
Desde Moncloa insisten en su estrategia. Estamos en un mundo feliz, en el que no pasa nunca nada. Una imagen que nada tiene que ver con lo que  percibimos cotidianamente. El Gobierno no pide cuentas a Rabat por la nula colaboración en las investigaciones de los atentados del 11 de marzo; es más, como hemos visto en estos últimos días además de no colaborar, obstruyen como pueden todo punto de luz sobre la trama. Además, el Ejecutivo español está mirando hacia otra parte ante la inacción de Marruecos en el grave problema de la inmigración ilegal. Son auténticas oleadas de inmigrantes los que intentan casi a diario saltar la valla y el Gobierno socialista sólo tiene palabras de gratitud hacia la “colaboración” inexistente de nuestros vecinos del sur. Dicen que la situación es inmejorable, y mientras las mafias van campando por sus fueros.
 
Son sólo dos ejemplos de una realidad que ahora tiene su "colofón" con la renuncia formal que hace Zapatero de Ceuta y Melilla. Con la ausencia de la representación oficial de las dos ciudades autónomas de la Cumbre hispano-marroquí se confirma sin discusiones que a Zapatero le molestan Ceuta y Melilla y que, por lo tanto, no tiene problemas para dejarlas mirando a la pared. ¿Por qué en la cumbre con Marruecos sobran y en cambio estuvieron en la reciente cumbre de presidentes? Quizá por solidaridad y algo más tendrían que haber dicho algo los presidentes de Andalucía y Canarias que sí van a estar presentes en Sevilla. Con su actitud se hacen también responsables de la renuncia de Zapatero a la españolidad de Ceuta y Melilla.

Temas

En Opinión