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Encarna Jiménez

Humor y lágrimas en Antena 3

“Miré usté” es peor que “Homo zapping” y parece que va a intentar la cadena que no sea demasiado agresivo, pero tendrán que afinar un poco más, sobre todo en los personajes femeninos

“Mire usté” es el título del programa de humor sobre actualidad política que ha estrenado Antena 3. Los autores son el grupo “Minoría Absoluta” que, además de trabajar en TV3, hacían “sketches” parecidos en “Las cerezas” de Julia Otero. Ahora tienen que rellenar media hora, trabajar mejor los dialogos y, sobre todo, ponerse al día. No van a estar toda la vida sacando a Acebes en sus comparecencias tras el atentado del 11-M, porque no deja de ser una broma siniestra que firme el supuestamente gracioso Toni Soler
 
El día del estreno hizo las veces de presentador el Presidente del Gobierno, que a ratos está conseguido, más que en su caracterización física, en su “talante”: Enamorado de sí mismo, harto de Maragall y picado con Bono. El ministro de Defensa, al menos en el primer programa, fue la verdadera estrella. Es fácil de imitar, les permite a los guionistas hacer bromas con su padre falangista y ponerlo de carpetovetónico, algo que encanta a gran parte de Cataluña, que es la madre de este humor trasplantado. Sin embargo, su protagonismo se traduce en puntos para un político que se sale de lo corriente.
 
El PP está retratado en tono más bajo y menos simpático. Rajoy está mejor perfilado, pero Esperanza Aguirre y Acebes se rigen por los clichés progres que suelen mandar en estos programas. Gastón Llamazares no parece santo de su devoción y Maragall y Carod hacen lo que toca, molestar, pero con aire simpático.
 
“Miré usté” es peor que “Homo zapping” y parece que va a intentar la cadena que no sea demasiado agresivo, pero tendrán que afinar un poco más, sobre todo en los personajes femeninos. La audiencia no le dio la espalda, de modo que lo tendremos una temporadita.
 
Antena 3 puso también en marcha el domingo una serie policíaca en clave de comedia, “Los hombres de Paco”, bastante correcta y con buenos actores. Le toca pelearse con “Aida” de Telecinco, pero aguantó muy bien la hora y media con un argumento entretenido de aires berlanguianos y actores competentes y no se desfondó ante la competencia. Para concluir la noche, Silvia Jato se convirtió en un Lobatón eficaz y llevó al público al llanto con historias de encuentro que harán las delicias de los amantes del drama familiar, pero que no le hacen justicia a una buena profesional, metida ahora a hacer de imitadora de Lobatón.

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