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Carlos Semprún Maura

Paraguas

Guinda de este pastel podrido, Roland Dumas, ex ministro de Exteriores de Mitterand, misteriosamente indultado en el proceso sobre los asuntos sucios –y sangrientos– de ELF será abogado de Sadam Hussein

Los aviones de caza Dassault son propietarios de Le Figaro y de otras publicaciones del grupo: los tanques Matra, son propietarios de Le Monde y de otras publicaciones del grupo, en este caso con la ayuda humanitaria y psicológica del tiburón El País. Le Figaro, por primera vez desde hace años, supera en ventas y número de lectores a Le Monde, no porque el matutino haya mejorado mucho, sino porque el vespertino ha empeorado más. Pese a su capital militar, estos dos diarios, aún considerados como los más importantes, defienden ambos la política muniquesa y seudo pacifista de Chirac, y si se disputan es en tono infantil: “Yo más que tú”.
 
La diferencia esencial, para mi, es que hay más libertad de expresión en Le Figaro que en Le Monde. Lo cierto es que sólo en Le Figaro se pueden leer columnas como, por ejemplo, las del “bloc-notes” de Ivan Rioufol. Citaré su última, del viernes 21, titulada: “Irak: la otra realidad”, en la que contradice la propaganda oficial de su país, y muchos artículos de su propio periódico, y denuncia el antiamericanismo carca de sus compatriotas. A contracorriente de la mayoría de los medios y de los políticos galos, que se regodean con “la derrota anunciada” de los norteamericanos en Irak, “el caos sangriento” “el nuevo Vietnam”, “el impulso dado al terrorismo” y otras lindezas, Rioufol demuestra los pasos concretos hacia la democracia que se están dando, y el hecho fundamental de que los iraquíes son cada vez más los protagonistas de su propia historia, mediante las elecciones, concretamente, pese a todas las dificultades y a la oleada de atentados terroristas perpetrados por la internacional islámica.
 
Como cualquier persona con dos dedos de frente, Rioufol ironiza duramente con Zapatero, que cuando se reunió con de Villepin en Barcelona, para discutir sobre los nuevos senderos de mulas, le manifestó “su admiración y gratitud, por haber defendido el honor de España, de Europa y del mundo en el asunto irakí”. Comenta Rioufol: “Eso del honor es discutible, cuando conduce a apoyar a un admirador de Stalin, asesino de su pueblo (dos millones de muertos), generoso partidario del terrorismo palestino. Sadam Hussein seguiría tiranizando en un Oriente Medio petrificado, si se hubiera seguido a Francia”.
 
Siempre en relación con la complicidad de las autoridades francesas (las de hoy como las de ayer), con la tiranía iraquí, Rioufol denuncia asimismo la actitud del Quay d’Orsay (Exteriores), en el escándalo mafioso del famoso programa “Petróleo por alimentos”, en la que están pringados, tanto funcionarios de la ONU, como diplomáticos franceses. Y Rioufol se pregunta en donde sitúan el honor, con tanto dinero sucio, estraperlo y apoyo a la tiranía iraquí. Guinda de este pastel podrido, Roland Dumas, ex ministro de Exteriores de Mitterand, misteriosamente indultado en el proceso sobre los asuntos sucios –y sangrientos– de ELF será abogado de Sadam Hussein (recientemente convertido al islamismo). Quien se asemeja, se apareja. Pero no todos los funcionarios de la ONU son corruptos, en mi próxima carta les hablaré de Detlev Mehlis, y de cómo le trataEl País. Van a necesitar paraguas, y no sólo porque llueve.

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