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José García Domínguez

O poligamia o zoofilia

¿no ha reparado en que al incluirlas en el mismo artículo, similar apartado e idéntico párrafo que el matrimonio, las “otras formas” arrostrarán, por fuerza, barraganería, arrimamiento, acople, yunta, fornicio, himeneo, nupcias, desposorio y amancebo?

Mira que hay que ser cursi y pijo para poder hablar así. Pero cursi cursi, de los descendientes en línea directa de aquellas hermanas Sicur de Cádiz a las que Dios confunda, las dos petardas que introdujeron el género en España huyendo de la guillotina que, con buen criterio, les reservaba Robespierre en París. Y pijo ful, de esos de provincias que te enseñan la tarjetita con el número de serie del Rolex, y que siempre están metiéndose el Lacoste por dentro del pantalón para que se les vea la hebilla de Pedro del Hierro. Porque locución tan repipi únicamente la suelta uno amasado de esa pasta.
 
Viene a cuento este circunloquio antropológico por la “carcajada intensa” de Rodríguez al descubrir, je je je, que los de FAES saben leer. Y es que, je je je, infieren esos cavernícolas que el Estatut abre la puerta a la poligamia en Cataluña. En concreto, al Presidente le dio la risita tonta con la interpretación aznarí del artículo 40.7 de la Constitución de Casa Nostra. El que reza así: “Los poderes públicos han de promover la igualdad de las diferentes uniones estables de pareja con independencia de la orientación sexual de sus miembros. La ley deberá regular estas uniones y otras formas de convivencia y sus efectos”.
 
Pues, cuando acabe de carcajearse intensamente, explíquenos, Rodríguez, cómo hay que interpretar lo de las “otras formas de convivencia”. ¿O acaso no ha reparado en que al incluirlas en el mismo artículo, similar apartado e idéntico párrafo que el matrimonio, las “otras formas” arrostrarán, por fuerza, barraganería, arrimamiento, acople, yunta, fornicio, himeneo, nupcias, desposorio y amancebo? Que por algo luce tan eufórico Mohamend Chaib, el diputado muslime del PSC, y titula su librito En Cataluña como en ninguna parte.
 
Aclárenoslo usted, Rodríguez, ya que Pipo Carbonell, dizque muy piadoso feligrés diocesano y comisario político del CAC, anda ocupado con cerrar la COPE, y no tiene tiempo para bagatelas. Porque, una de dos: o los jefes del casto y devoto Pipo van a implantar la poligamia o, je je je, están pensando en los bichitos. Que también pudiera sucedernos aquello que le afeó Churchill a un diputado de la oposición: “Su esposa, señoría, con la excusa de ejercer la prostitución en el puerto, introduce en Londres mercancías de contrabando”. Piense un poco, Rodríguez, que es gratis; y si le place, dé todas las vueltas que quiera a las lógicas de Aristóteles, Descartes, Russell y Popper juntas. Pero no hay otra salida. Pues si han de ser más de dos los contrayentes en las “otras formas” de “unión estable” y, je je je, descartamos la poligamia, sólo nos quedan las comunas zoofílicas. Áteme usted esa mosca por el rabo, Presidente. Aunque, por favor, lejos de los altares laicos de Pipo y el tripartito. Que con estas cosas nunca se sabe.

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