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EDITORIAL

El "Club de Perpiñán" quiere más del "acojonado" ZP

Este miércoles, no ha sido ETA, sino su interlocutor en Perpiñán -y, a su vez, socio de Zapatero-, Josep Lluis Carod Rovira, quien ha pedido “valentía” al presidente del gobierno del 14M

Desde el comunicado etarra, publicado en Gara el 21 de marzo de 2004, supimos de las esperanzas que la banda terrorista depositaba en el nuevo presidente del gobierno, a quien reclamaba "gestos tan fuertes y valientes para con Euskalherria como los que se van a dar en Irak".

 
Este miércoles, no ha sido ETA, sino su interlocutor en Perpiñán –y, a su vez, socio de Zapatero–, Josep Lluis Carod Rovira, quien ha pedido "valentía" al presidente del gobierno del 14M, respecto al estatuto soberanista.
 
El dirigente separatista catalán considera que "en el PSOE están acojonados" –según él, por los medios de comunicación de la derecha–, y "por tanto, quien tiene que ser valiente es el señor Zapatero". Carod Rovira, como velada amenaza, ha hecho valer su apoyo parlamentario a Zapatero, recordando que tiene 650.000 votos, "el doble de los que tiene Rodríguez Ibarra en Extremadura".
 
No sabemos si en el PSOE están o no "acojonados" –deberían estarlo, vistos el radicalismo e insaciabilidad de sus compañeros de viaje–, pero lo que es un hecho es que el presidente del gobierno no ha tenido ni siquiera la dignidad de exigir una rectificación a su indeseable socio de gobierno. En lugar de eso, Zapatero se ha dedicado a ocultar en el parlamento los contactos de su partido con Batasuna y a censurar a Rajoy por pedir explicaciones.
 
A ZP le molesta, con toda lógica, que ETA deje en evidencia que su disposición a una tregua para toda España no es gratis y que, desde luego, no le basta con los pasos ya dados por este gobierno. A todo demócrata debería indignar que un partido de gobierno, aliado a una formación separatista, haya roto un pacto que, como el de las Libertades y contra el terrorismo, se negaba a pagar precios por la paz y que trataba de combatir a ETA desde la firmeza, y no desde la concesión.
 
ETA, por su parte, no tiene bastante con la neutralización de las víctimas; ni con la nueva financiación y representación parlamentaria de los proetarras del PCTV; ni con las ofertas de impunidad; ni con los repulsivos guiños del PSE de Patxi López a Batasuna; ni con la disposición de los socialistas a negociar con los proetarras el reflotamiento del Plan Ibarretxe. Todo esto sólo alimenta las esperanzas de ETA, pero no las sacia.
 
¿Cómo no le va a molestar al presidente del gobierno del 14-M que se sepa que ETA ha recobrado las esperanzas y que exige precios políticos por la "paz", si lo que quiere ZP es precisamente que los españoles –no sólo Savater– se crean que la banda terrorista –con o sin tregua– está dispuesta, "sin letra pequeña y sin contrapartidas políticas" a abandonar definitivamente la violencia?
 
Con la esperanza puesta en la tregua y en las futuras elecciones de 2008, el gobierno de ZP tiene, mientras tanto, que sostenerse con ERC. Carod-Rovira lo sabe. Y no hay que olvidarse que quien pide hoy "valentia" al presidente del gobierno, es el mismo que, antes del 14M, ya se jactaba de tener a Zapatero "cogido por las pelotas". Ciertamente, es como para que muchos estén –incluso en el PSOE– más que preocupados.

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