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Juan Carlos Girauta

Apunte de Sant Esteve

Ahí está Leguina, que nos felicita las Pascuas con una reflexión sobre el estatuto: no es democrático porque “pretende decidir sobre asuntos que no le corresponden”.

No sé quién habrá sido el responsable del fotomontaje de la familia real, pero lo de amputarle las piernas al Rey es tan inquietante que parece hecho aposta. Al verlo me pregunté, al modo de José María García: ¿qué se quiere significar? Supongo que nada. Además, ya ha aclarado la Casa Real que la no-reunión de la foto de Navidad en nada merma su cariño al pueblo español. Pero la merma que preocupa es la de las extremidades reales. El augusto tronco ahí plantado, sobre el sofá, se empeña en convertirse en símbolo de alguna mengua fatal, de alguna reducción inapropiada, de alguna ausencia institucional. Acháquenlo a mi embotamiento navideño, al dulce sopor de las burbujas, pero es necesario que sepamos que el Rey estará a la altura de las circunstancias siempre que sea preciso. Recortarle las piernas es de mal agüero.

Las tarjetas de felicitación con foto de familia se han extendido a las clases medias, han entrado a formar parte del kitsch. Cada familia española se siente como una familia real y soberana, avance extraordinario para la democracia y retroceso catastrófico para la estética. También se impone la felicitación por SMS, donde la calidad depende de la imaginación de cada cuál. Yo he recibido algunos mensajes irreproducibles, otros cariñosos y sinceros, otros que acusan la difusión masiva y despersonalizada, como si los enviara el PSOE del “pásalo” desde una máquina infernal y desalmada.

Nochebuena, Navidad, San Esteban, Inocentes, Cotillón, Reyes… Como cada año, pienso en el poema de Salvat-Papasseit: Demà posats a taula oblidarem els pobres / -i tan pobres com som- /Jesús ja serà nat, etc. A muchos estas fechas nos aturden. Otros, en cambio, lejos de aturdirse entran en una gran lucidez. Ahí está Leguina, que nos felicita las Pascuas con una reflexión sobre el estatuto: no es democrático porque “pretende decidir sobre asuntos que no le corresponden”. Espero que este Christmas entrañable le haya llegado al presidente Rodríguez, a quien La Vanguardia insta a matar al padre simbólicamente, es decir, a poner en posición de firmes a su partido, a imponerles a Leguina, Bono, Ibarra y Chaves un estatuto con todas sus bolas de colores –nación, bilateralidad–, con todas sus guirnaldas –lengua propia e impropia– con todos sus villancicos. Estrofa insuperable del artículo 41.2: Los poderes públicos deben garantizar la transversalidad en la incorporación de la perspectiva de género... Fum, fum, fum. O sea, humo, humo, humo.

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