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Ricardo Medina Macías

Kirchner contra el "neoliberalismo"

sólo falta que el gobierno eche mano de la fiebre aftosa para evitar que los ganaderos exporten y entonces vendan su carne a precios de remate.

La capacidad humana para repetir errores más que conocidos parece no tener límite. Un ejemplo de esta terquedad en el error es el resurgimiento de la inflación en Argentina y la reaparición de todas las viejas herramientas para combatirla que fracasaron en el pasado. Gracias a su gobierno de iluminada izquierda, que ha abjurado de todas las "recetas neoliberales", los argentinos sufren de una inflación anual un 400% más alta que la de México (12% anual en Argentina contra menos del 3% en México), donde sí se aplican políticas monetarias y fiscales ortodoxas.

Si esto le parece envidiable, estimado lector, aún le falta conocer lo mejor: el gobierno de Néstor Kirchner se ha dado a la tarea de aplicar prácticamente todas las estrategias que han fracasado una y otra vez en el combate a la inflación, con lo que garantiza que la inflación seguirá subiendo, acompañada de otros jinetes del apocalipsis: escasez de bienes, mercados negros, tensiones sociales, medidas autoritarias que no excluyen la violencia directa por interpósitos agentes, como los grupos de impunes "piqueteros", contra los comercios remisos lo que conduce, en fin, a una mayor intervención de la burocracia gubernamental en la vida de los argentinos.

En noviembre, el índice de precios al consumidor en el Gran Buenos Aires registró un alza de 1,2% mensual, lo que arroja una inflación de 11,1% en los primeros once meses del año y de un 12% interanual. Ante este "mensaje" perturbador, el gobierno de Kirchner ha sacado del armario prácticamente todas las recetas populistas contra la inflación: "acuerdos" forzosos con los grandes supermercados para bajar los precios, impuestos a las exportaciones para desalentarlas y "obligar" a los productores a vender en el mercado interno (a precios ruinosos en términos de rentabilidad para las empresas) y manipulación del tipo de cambio que se mantiene reprimido para que no exprese la realidad del devaluado valor de la moneda argentina. Como señaló Martín Simmoneta, presidente de la Fundación Atlas1853 en la Argentina, sólo falta que el gobierno eche mano de la fiebre aftosa para evitar que los ganaderos exporten y entonces vendan su carne a precios de remate.

Por supuesto, estas medidas no sólo van a fracasar la inflación seguirá al alza– sino que agravarán la situación para los más pobres en Argentina: anaqueles vacíos en las tiendas, mercados negros, cierre de empresas por incosteabilidad y el consecuente desempleo, fuga de los escasos capitales, desinversión neta, etc. Y lo que sigue dado que el señor Kirchner es pertinaz en el error– es tratar de controlar toda la economía desde los escritorios de los funcionarios del gobierno, echando mano de la más diversa gama de artilugios para reprimir a las personas y a los mercados.

Lo bueno es que no están aplicando ninguna receta "neoliberal" que como ya se sabe (es un axioma de la sabiduría infusa de intelectuales y de políticos iluminados) sólo provocan pobreza. Envidiable la situación en Argentina, ¿no cree usted?

En Libre Mercado

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