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Agapito Maestre

El valiente Zapatero

Zapatero hace lo que le da la gana sin ninguna oposición, creo que se equivoca Rajoy al desconsiderar las agallas de Zapatero. Todo lo contrario, repito, Zapatero es el único gallito que hay en una sociedad civil muerta y con una oposición falta de nervio

Garci, sabio director de cine y pensador de la vida cotidiana, me dice con tono de indignación moral: Zapatero no es un cobarde, como ha dicho Rajoy, sino un “valiente”. Lo pienso un rato y, después de pasar revista al entorno político, le doy la razón. También yo afirmo que Zapatero es un “valiente”, sin duda alguna porque nos tiene al resto de los españoles acobardados, pero su valentía, me atrevo a pensar, es del tipo invertido. Es algo así como un valiente al revés. Me explico. Es cierto que se ha que quedado solo como el protagonista de la famosa película: “Solo ante el peligro”. Además, su peculiar forma de encarar el peligro no es, en efecto, una cobardía sino una valentía, invertida, pero valentía: Zapatero, el hombre solitario, se ha puesto a favor del peligro.
 
Actuar de acuerdo con el peligro es todo un programa de su valiente política. Ya no le asusta nada ni nade. Actúa como si imitara, me sugiere el irónico filósofo Sánchez-Cuesta, al protagonista de “Bailando con lobos”: Es un valiente al modo de los insensatos y exagerados. Ha roto cualquier posibilidad de equilibrio y justa virtud. No le arredra nada. Embiste contra todo lo que se lo pone por delante. Su valentía ha convertido a Zapatero en un osado, un suicida, que lleva al país al precipicio. Una vez que ha optado por ir a favor del peligro, esa es toda su “valentía”, ya nada le importa. Todos los individuos y las instituciones democráticas estamos a merced de su trabajada “valentía”. Para él todos somos unos cobardes. Nada  
 
La última bravuconada de Zapatero, exactamente la que ha motivado llamarle “valiente”, abre la puerta grande de la “política” a los terroristas. Su descalificación de una ley, la de partidos políticos, por restrictiva es la cuadratura del círculo. Esta barbaridad, sin embargo, es el pretexto de Zapatero para no prohibir a ETA-Batasuna reunirse el día 21 de enero, para permitir, al fin, que la organización criminal lleve a cabo un aquellarre terrorista. Sí, aquellarre terrorista, mitad discurso contra España mitad afirmación de los crimines cometidos desde que existe ETA, pues tildar a esa reunión de política sería tanto como no respetar a las víctimas de esa organización criminal. A nadie serio se le ocurriría semejante medida, negar la ley, ponerse contra las víctimas y de acuerdo con los terroristas, o sea, con el peligro, pero Zapatero se siente solo ante el peligro y lo “encara” aceptándolo. O se actúa a favor del peligro, dice Zapatero, o se muere. Él, José Luis Rodríguez Zapatero, prefiere vivir, y sobrevivir al peligro, a morir por sus acobardados ciudadanos. Ante la valiente osadía, en realidad ante la carencia de término medio, de equilibro mental y político, de Zapatero no somos nada. El valiente Zapatero nos ha robado la dignidad democrática, el coraje de enfrentarnos a la injusticia y la represión.
 
Por todo eso, porque Zapatero hace lo que le da la gana sin ninguna oposición, creo que se equivoca Rajoy al desconsiderar las agallas de Zapatero. Todo lo contrario, repito, Zapatero es el único gallito que hay en una sociedad civil muerta y con una oposición falta de nervio.

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