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Martín Higueras

Un auténtico triunfo de estrategia

Esta carrera ha sido una gran manera de comenzar la temporada y no sólo por la victoria de Alonso. Durante sus 57 vueltas hemos podido ver muchos ataques, pasadas, situaciones emocionantes y sobre todo estrategia.

Alonso no ha podido estrenar la temporada de una mejor manera. Esta victoria no se parece a ninguna otra del año pasado ya que esta vez lo ha conseguido con el número 1 en su coche y eso le da una obligación adicional: probar por qué fue campeón del mundo en 2005. En Bahrein ha comenzado ya a hacerlo y de una manera convincente ya que ha logrado superar a un Michael Schumacher muy motivado y con un coche competitivo. De hecho, la pelea comenzó ya en las clasificaciones del sábado con nuevo formato. Aunque algo complicado, tiene el atractivo de ser emocionante en cada una de sus tres etapas.
 
Sin duda esta carrera ha sido una gran manera de comenzar la temporada y no sólo por la victoria de Alonso. Durante sus 57 vueltas hemos podido ver muchos ataques, pasadas, situaciones emocionantes y sobre todo estrategia. Si a algo le tiene que agradecer el asturiano su victoria es justamente a la excelente estrategia diseñada por Renault. De hecho, mientras regresaba a boxes tras lograr la victoria, Alonso agradeció a todos sus mecánicos por su eficacia en las paradas. En ese rubro, el equipo francés tuvo que superar nada más ni nada menos a Ferrari, grandes especialistas en ganar carreras desde el pitlane. El español y Schumacher optaron por diferentes cargas de combustible y eso se notó en el momento de los repostajes. Un gran duelo entre los dos y esperemos que desde la siguiente carrera (ya el próximo domingo en Malasia) nos acostumbremos a verlos en esas batallas.
 
El que seguro irá sumándose a la pelea será Kimi Raikkonen. El finlandés nos ha vuelto a regalar una remontada histórica terminando tercero tras partir desde el último lugar de la parrilla de salida. Y aunque llegó a casi 20 segundos de los primeros, no hubiera sorprendido un resultado aún mejor. Montoya también estuvo a la altura aunque con el material que tiene, se le espera siempre en el podio. Esto nos prueba que McLaren está en un nivel tan alto como Renault y Ferrari. Sin olvidar a Honda. Button parece en mejor momento que Barrichello, tal vez demasiado acostumbrado (lo hizo durante años) a ser apenas un fiel escudero sin posibilidades de mayores pretensiones. El británico estará también en las quinielas, especialmente en estas primeras carreras en las que las evoluciones de los monoplazas no estarán aún permitidas. Mención aparte merece el joven Nico Rosberg, hijo del gran Keke, campeón mundial de F1 en 1982 con Williams. Lo hizo todo bien, menos tal vez la partida. Todo el resto tuvo muchísimo mérito. Se atrevió a realizar maniobras arriesgadas y hasta logró la mejor vuelta de la carrera. La decepción vino esta vez de la mano de los Toyota de Jarno Trulli y Ralf Schumacher, ambos muy por debajo de sus actuaciones en 2005.
 
Pero hay algo que no se entiende. Con lo rico que es nuestro idioma, aún no se le encuentra un apodo adecuado al campeón Alonso. El año pasado fue algunas veces "Magic" (como se conoció durante años a Senna, tres veces campeón mundial). Este sábado se oyó en televisión llamarle "Profesor" (al igual que Alain Prost, cuatro veces campeón mundial). El colmo fue que en una parte de la carrera –cuando controlaba perfectamente el ataque de Schumacher), oímos que se le llamó "Hombre de hielo" (igual que su rival Raikkonen quien incluso tiene en su casco la inscripción "Iceman"). Esperemos que nunca se le llame "Kaiser". Un poco de imaginación, y de la buena, no vendría nada mal en estos casos.
 
Ya queda menos para la segunda prueba del Mundial. Malasia será la siguiente. Ahí, Schumacher sabe lo que es ganar y muy bien ya que lo hizo en 2000, 2001 y 2004. Pero sus rivales también: Alonso ganó el año pasado y Raikkonen en 2003. Por lo tanto, el pronóstico es más que nunca reservado.
 

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