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Amando de Miguel

Por alusiones

Me recuerda la pregunta del sociólogo listillo que la incluye en una encuesta: "¿Ha dejado usted de pegar a su mujer?". Si contesta que "sí" es que zurraba a su mujer. Si contesta que "no" es que sigue pegando a su mujer.

Como saben los libertarios aquí se recogen todas las opiniones sobre cuestiones que atañen a la lengua común y otras conexas. Solo hago gracia de algunas misivas maleducadas o también de las que repiten lo dicho. Me niego a aceptar las reglas de juego de algún libertario ─o más bien libertino─ que me plantea el siguiente dilema: "Me gustaría que me contestara sin demagogias. Si lo va a hacer con demagogias, mejor no me conteste". Por una vez, esa propuesta la mantengo anónima. Me recuerda la pregunta del sociólogo listillo que la incluye en una encuesta: "¿Ha dejado usted de pegar a su mujer?". Si contesta que "sí" es que zurraba a su mujer. Si contesta que "no" es que sigue pegando a su mujer. En el caso al que aludo pasa algo parecido. Si contesto lo que pienso, el corresponsal listillo entiende que soy un demagogo. Si no contesto, supongo que soy todavía algo peor. Donoso dilema. Solución: no entro en ese juego. No acepto que signifique ser demagogo el hecho de pensar de forma diferente a lo que se estila.

Como es sabido, José María Navia Osorio es corresponsal fijo de esta seccioncilla. Casi todos los días me envía sus sabrosos comentarios y experiencias. Ahora me sugiere que abramos aquí un concurso "para elegir el soneto más bonito de la Literatura Española". Adelanto mis favoritos. Queda transcrito el "soneto amoroso" de Quevedo, una orgía de oxímoros para definir el amor: "Es hielo abrasador, es fuego helado / es herida que duele y no se siente". También está esa joya que es el "soneto a Jesús crucificado" que empieza así: "No me mueve, mi Dios, para quererte / el cielo que me tienes prometido". Es sencillamente impresionante. Lo transcribo y comento en mi libro Los españoles y la religión (Random House). Esos dos sonetos, leídos una y otra vez, me ponen la carne de gallina. O quizá pueda decir que me ponen sin más.

Ramón Jiménez Núñez me pregunta dónde puede encontrar un poemita festivo, con el título de "Soneto", que leyó Fernando Sánchez Dragó en su programa "Las Noches Blancas". Muy sencillo. La "soneta" la envió Fray Josepho a esta seccioncilla. Está publicada en La lengua viva (La Esfera de los libros), pág. 148. Es realmente hilarante. La reproduzco otra vez con gusto:

Soneta

Por el machismo atávico, al soneto
jamás se le ha dejado ser soneta;
pero hoy asume el reto este poeta
(la reta he de decir, mejor que el reto).

La reta asumo, pues. Como poeto
en mi vida me he visto en tal aprieta;
aunque si estoy en esta vericueta,
habré de resolver el papeleto.

Que no digan de mí que soy machisto:
rechazo tal injurio ─¡ni de bromo!─
con estas bellas versas, mis retoñas.

Pondré toda la empeña como artisto
en extirpar las vicias del idiomo
¡y que nadie me venga ya con coñas!

Javier Aymerich Bartolomé (que es de los fijos en esta seccioncilla) me envía esta donosa emilia: "Pero bueno ¿Cómo que no sabe usted quienes son los suyos? A ver, yo considero que los suyos son todos aquellos que, además de tener arrestos, se vienen expresando con libertad y sentido común desde hace mucho tiempo. Por regla general escriben en Libertad Digital, hablan en la COPE, escriben en su sección, en columnas de distintos periódicos, se les ve en manifestaciones contra la injusticia, no tienen miedo de hablar y se les conoce, desde la progresía, es decir, el PCE, ERC, PSOE, etc., por fascistas. Creo que los suyos, y míos, si me lo permite, son gente como Aleix Vidal-Cuadras, Federico Jiménez Losantos, Alfonso Ussia, Eduardo Fungairiño, la AVT, en fin, me quedaría sin folio para seguir".

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