Menú
Ignacio Villa

Cándido, ¿de qué vas?

¡Pumpido regañando a los políticos! ¿No será que el Fiscal General del Estado quiere ser diputado en la próxima legislatura y ya se está entrenando?

Decir, a estas alturas del partido, que el Fiscal General del Estado no es independiente en su trabajo no es ninguna novedad. Los hechos demuestran, sin ninguna duda, que Conde Pumpido está a disposición del gobierno. La forma que ha utilizado para "paralizar" todos los mecanismos judiciales en la lucha contra el terrorismo es la demostración clara y evidente de sus objetivos y de sus intenciones. La lista es larga, preocupante y demoledora para una sociedad que pensaba que los terroristas etarras estaban acorralados desde el Estado de Derecho.

Con Conde Pumpido todo ha cambiado: los comunistas de las tierras vascas se han sentado en el Parlamento de Vitoria, no existe inconveniente para que la asamblea de Batasuna se celebrara en Baracaldo y hasta parece normal que el batasuno Arnaldo Otegi pregunte por él en la Audiencia Nacional, poco antes de ingresar en la cárcel. Son estas algunas muestras nítidas de la actitud inexplicable de un Fiscal General del Estado que debería ser el primer vigilante en el cumplimiento de la ley.

¿Dónde vamos con un fiscal que mira hacia otra parte cuando hay que cumplir la Ley de Partidos? ¿Qué podemos esperar de este hombre que parece más preocupado en no molestar judicialmente a los terroristas? ¿Que autoridad pública le puede quedar a un Conde Pumpido capaz de justificar la detención ilegal de dos militantes del Partido Popular por mantener una actitud vociferante cerca de un ministro? Ese es el hombre, este es el que dicen es, el Fiscal General del Estado, un cargo que debería estar lleno de independencia y que está lleno de partidismo.

Si ya todas estas cuestiones resultaban suficientemente graves, Cándido ha demostrado hoy que no eran suficientes, encarándose públicamente con Mariano Rajoy para pedir al presidente del PP que no lo critique y que no hable del 11 de marzo. ¡Pumpido regañando a los políticos! ¿No será que el Fiscal General del Estado quiere ser diputado en la próxima legislatura y ya se está entrenando? El tono que ha empleado el Fiscal General del Estado no es de recibo. Las palabras de Conde Pumpido, entre mafiosas y matoniles, no son propias de una persona que representa a una importante institución del Estado. Pero se ve que Zapatero no lo nombró para hacer honor a su cargo.

En España

    0
    comentarios