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Juan Manuel Rodríguez

Premio para el árbitro showman

Como premio a su fenomenal labor, Villar acaba de designar a Medina Cantalejo para arbitrar la final de la Copa del Rey. Dios coja confesados a Zaragoza y Español.

Me quedo de piedra cuando mi compañero Jesús Zamora, jefe de deportes de COPE Zaragoza, defiende a Medina Cantalejo bajo el argumento de que el árbitro no está ahí para ayudar a nadie. ¡Claro, el árbitro está para hacer lo que hizo Medina el sábado en el Nou Camp, el árbitro está para erigirse en showman y hacer añicos uno de los partidos más atractivos de la Liga! Supongo que lo que mi amigo Jesús, gran conocedor del mundo arbitral, quiso decir en realidad es que el árbitro no está para ayudar a tal o cual jugador en concreto. Por supuesto. El colegiado no debe fijarse nunca en el color de la camiseta o el nombre del futbolista a la hora de arbitrar un partido de fútbol, pero a mí no podrán quitarme de la cabeza que el graduado social sevillano Luis Medina Cantalejo hizo justamente eso, perseguir a Roberto Carlos sólo por el hecho de llamarse Roberto Carlos.

Entre creer lo que dice Medina Cantalejo o creer lo que dice Roberto Carlos, me quedo con éste último. Pero confieso que yo tengo un problema de credibilidad con respecto al colectivo arbitral español. ¿Cómo me voy a fiar de un tío que dice que no le dejan hablar? Lo malo es que, mientras no se demuestre lo contrario, la palabra de los Medina Cantalejo, Teixeira Vitienes, Lizondo Cortés y compañía es ley. Si Cantalejo dice que Roberto Carlos les llamó "mierdas" a él y a su asistente, no queda otra que meterle otro paquete al jugador (por si ya no fuera suficiente haberle pitado un penalti en contra que no fue y mostrarle luego la cartulina roja directa).

Roberto Carlos desveló en "El Tirachinas" que le estuvieron insultando desde la grada, y que incluso le dijo al linier que le estaban entrando ganas de irse del campo. ¿Dónde tenía ese día montado el bufete Samuel "Ironside" Eto'o? Y luego añadió que, en la primera discusión que tuvo con Medina, le dijo al árbitro que no se dirigiera a él señalándole con el dedo. Y Medina respondió lo siguiente: "No te preocupes, a partir de ahora me cortaré las manos para hablarte". ¿Cabe mayor "prueba del algodón" de que el colegiado apuntó la matrícula del brasileño? De todas formas, lo del sábado ya no tiene solución. Como premio a su fenomenal labor, Villar acaba de designar a Medina Cantalejo para arbitrar la final de la Copa del Rey. Dios coja confesados a Zaragoza y Español.

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