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Ignacio Villa

El comando Rubalcaba desembarca en Interior

El mismo que fue portavoz del gobierno de los GAL, el mismo que el 11 de marzo impulsó las filtraciones a la Cadena SER, el mismo que rompió el día de reflexión el 13 de marzo

Primera crisis de gobierno de Rodríguez Zapatero desde que llegó al poder. Poco de crisis y mucho de limpia. El presidente del Gobierno ya se ha desprendido del último obstáculo que tenía antes del final del proceso de aprobación de un Estatuto que va en contra de la Constitución y antes de entregar el País Vasco a los terroristas etarras.

José Bono era un ministro molesto para Zapatero. Son públicos los enfrentamientos por muchas de las políticas del gobierno; Zapatero y Bono han tenido muchos encontronazos que han ido a más en los últimos tiempos, una situación límite que finalmente ha saltado por los aires. Cataluña ha sido uno de los mayores motivos de discrepancia, pero el que ha disparado el petardo final ha sido el alto el fuego de ETA. No podemos olvidar que Bono controlaba desde Defensa el Centro Nacional de Inteligencia, por lo que es evidente que el ministro saliente ha manejado mucha información de los pactos entre Gobierno y terroristas que han llevado al alto el fuego. Bono no podía estar en un puesto clave en un momento que le hubiera obligado a ser cómplice de la entrega a los terroristas. Bono molestaba, Bono no quería estar y Zapatero se lo ha quitado del medio.

Pero quizá lo más llamativo de la crisis es la irrupción de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Ministerio del Interior. El mismo que fue portavoz del gobierno de los GAL, el mismo que el 11 de marzo impulsó las filtraciones a la Cadena SER, el mismo que rompió el día de reflexión el 13 de marzo, el mismo que no condenó las manifestaciones ante las sedes del Partido Popular en ese día de reflexión llega a Interior, el ministerio más delicado en un momento como éste. Rubalcaba va a tener todo el poder. De él van depender todos los resortes del Estado: la inteligencia, las Fuerzas de Seguridad del Estado y todo el operativo que hace referencia al alto el fuego de ETA. Con este nombramiento Zapatero abre un ministerio clave al "comando Rubalcaba". Lo imposible es que el presidente del Gobierno diga que quiera entenderse con el Partido Popular y luego nombre titular de la Seguridad a aquel que se ha caracterizado por un ataque frontal y sistemático al PP.

Por lo demás, la llegada de José Antonio Alonso a Defensa confirma que el amigo íntimo de Zapatero no ha estado en la trama de contactos y negociaciones con ETA previos al alto el fuego. No obstante, Zapatero le obsequia con un ministerio importante donde tendrá que poner orden después de tanto desbarajuste de la "etapa Bono". El cambio de Educación de Cabrera Calvo-Sotelo por San Segundo es mero teatro para disimular los verdaderos motivos de la crisis: la dimisión de Bono y el control de Interior por Rubalcaba. Con Cabrera en Educación están asegurados los mismos niveles de sectarismo, de exclusión y de persecución religiosa vividos hasta ahora. El guión va a seguir siendo el mismo aunque cambie la actriz secundaria.

En resumen, Zapatero ha demostrado que tiene marcados los tiempos y que no le frena nada. Despeña a quien le molesta, desprecia a quien no le responde y destruye a quien le lleva la contraria. Estos cambios en el Gobierno han sido un golpe de fuerza de Zapatero con mucho más calado del que puedan parecer. Y esto no ha hecho más que empezar; con Rubalcaba en Interior hay que atarse los machos.

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