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Amando de Miguel

Trabucamientos y otras ingeniosidades

Queridas señoras, ¡no olvidéis la venta de beneficencia! Es un buen modo de liberaros de las cosas inútiles que estorban en casa. Traed a vuestros maridos.

Santiago García Mazariegos prometió en su día no volver a leer los trabucamientos "porque se me quedaban en la memoria más fácilmente que la frase original". Pero se arrepiente y me da la razón sobre lo divertido que resultan. Tanto es así que me envía un delicioso trabucamiento oído en una cadena de radio: "Aquellas tempestades trajeron estos barros". Lo interpreta así: "El pobre tertuliano se hizo un lío entre quien siembra vientos, recoge tempestades y aquellos polvos trajeron estos lodos". Añado que algunas veces el trabucazo descubre por casualidad una relación inesperada. En el caso citado, resulta sugerente el razonamiento de que las tempestades de antaño trajeran el barro de hogaño. Algunas veces la gracia retórica consiste en deshacer la frase hecha.

Son innúmeras las combinaciones que se pueden hacer con trozos de frases hechas, dando así origen a divertidos trabucamientos. Así, Antonio Arroyo cita lo de "¡qué pequeño es el pañuelo!", un híbrido de "¡qué pequeño es el mundo!" y "¡el mundo es un pañuelo!".

José Carlos Márquez ha oído en Las Palmas algunos trabucamientos en la misma línea de mezclar frases hechas. Así, "perdone las disculpas" (en lugar de "disculpe las molestias") o "ni falta que me importa" (en lugar de "ni falta que me hace" o "no me importa").

Juan Marín (Vera, Almería) me transmite un estupendo trabucamiento que descubrió un tío suyo: catacombe. Se trata, evidentemente, de una mezcla entre "cataclismo" (= "inundación" en griego) y "hecatombe" (= "sacrificio de cien bueyes" en griego).

Juan Alcalá (médico) anota un trabucamiento oído en su consulta: "Don Juan, el dentista me ha dicho que tengo pedorrea (= piorrea) en las encías".

La inmensa humanidad de José Luis González Quirós me envía una hilarante forma de trabucamiento en la forma de avisos de una parroquia. La seriedad del contexto hace todavía más divertido el resultado de leer esos avisos con doble intención. La lista adjunta es un buen ejercicio de ingenio lingüístico. Imaginemos que son avisos que figuran en el tablón de anuncios de la parroquia:

  • Para cuantos de entre vosotros tienen hijos y no lo saben, tenemos un espacio preparado para los niños.
  • El torneo de basket de las parroquias continúa con la partida del miércoles por la tarde: ¡venid a animarnos mientras tratamos de derrotar a Cristo Rey!
  • Por favor meted vuestras ofertas en el sobre, junto a los difuntos que queréis hacer recordar.
  • El párroco encenderá su vela de la del altar. El diácono encenderá la suya de la del párroco, y girándose encenderá uno a uno a todos los fieles de la primera fila.
  • El martes por la tarde, cena a base de judías en el salón parroquial. Seguirá concierto.
  • El costo de la participación en la reunión sobre "oración y ayuno" incluye las comidas.
  • El grupo de recuperación de la confianza en sí mismos se reúne el jueves a las 7 de la tarde. Por favor, usad la puerta de atrás.
  • El viernes a las 7 de la tarde, los niños del oratorio presentarán "Hamlet" de Shakespeare en el salón de la iglesia. La comunidad está invitada a tomar parte en esta tragedia.
  • Queridas señoras, ¡no olvidéis la venta de beneficencia! Es un buen modo de liberaros de las cosas inútiles que estorban en casa. Traed a vuestros maridos.
  • El coro de los mayores de sesenta años se disolverá durante todo el verano, con el agradecimiento de toda la parroquia.
  • El jueves a las 5 de la tarde habrá una reunión del grupo de mamás. Se ruega a todas las que quieran formar parte de las mamás se dirijan al párroco en su despacho.
  • Tema de la catequesis de hoy: "Jesús camina sobre las aguas". La catequesis de mañana: "A la búsqueda de Jesús".

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