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Juan Manuel Rodríguez

Días de vino y rosas culés

Sólo oteo un nubarrón, y ese no es otro que Samuel Eto'o, un jugador único con un ego de proporciones gigantescas. Si Rijkaard lo ata corto, el Barcelona seguirá jugando muy bien al fútbol y, por ende, ganando títulos como si no costara.

Estaba previsto que éste fuera el año de Robinho y sin embargo ha terminado (por ahora, aún queda la final de la Champions) siendo la gran temporada de un compatriota suyo, Ronaldo de Assis Moreira, conocido mundialmente como Ronaldinho Gaúcho. La explosión de Ronaldinho, convertido en líder indiscutible no sólo del Barça sino también de la selección de Brasil, ha aupado a su equipo hasta la segunda Liga consecutiva. Tras una espectacular irrupción de Robinho en Cádiz, el "nuevo Pelé" fue diluyéndose al mismo tiempo que surgían las primeras dificultades graves en el Real Madrid. A Ronaldinho le sucedió justo al revés y fue de menos a más en el campeonato.

El secreto del éxito azulgrana, conocido y perseguido con ahínco por todos sus rivales, parece sin embargo estar protegido a buen recaudo, inalcanzable e intocable. Con el consentimiento fundamental del Real Madrid, absorto en otras cuestiones, el Barcelona tuvo tiempo suficiente para construir un equipo de extraordinarios futbolistas que, sin embargo, se encontraban en un segundo escalón mediático con respecto a los "galácticos". Hoy el Barça tiene una idea clara del fútbol que quiere ofrecer a sus socios, y simplemente lo ofrece. Ronaldino está rodeado por Eto'o, Deco, Messi, Puyol, Giuly, Xavi... Al comienzo de esta temporada sólo fichó dos futbolistas más: Ezquerro, que casi no ha jugado, y Mark Van Bommel, que pudo haber vestido la camiseta merengue. En su día expresé mis serias dudas sobre el hecho de que Rijkaard pudiera manejar ese vestuario, pero el holandés ha impuesto un método silencioso y tranquilo de trabajo, sin aspavientos, sin estridencias, un método profesional. Cada uno sabe lo que tiene que hacer y lo hace. Parece fácil pero no debe serlo.

El Fútbol Club Barcelona es un justo campeón de Liga y probablemente será también un justo campeón de Europa: el Arsenal no tiene fútbol suficiente para tumbar al campeón español. Tras cinco años de sequía llegan ahora a Canaletas los días de vino y rosas. Un vino con más cuerpo y unas rosas más rojas si cabe si además tenemos en cuenta que el máximo adversario culé continúa ingresado en la UVI. Ronaldinho ya tiene lo que tenía Zidane, Eto'o lo que poseía Figo y Puyol le ha quitado lo suyo a Raúl. El "ojo del tigre" es culé. Las victorias del futuro sólo dependerán de la habilidad que muestren ahora sus dirigentes, jugadores y entrenadores para negociar el éxito, resultado feliz del que uno puede morir atragantado. Sólo oteo un nubarrón, y ese no es otro que Samuel Eto'o, un jugador único con un ego de proporciones gigantescas. Si Rijkaard lo ata corto, el Barcelona seguirá jugando muy bien al fútbol y, por ende, ganando títulos como si no costara.

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