La tiranía castrista tendrá voz y voto en lo que llaman Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Junto a al régimen de Fidel Castro se sentarán otros ejemplos de democracia como son China, Marruecos y Arabia Saudí. No nos sorprende. Es más de lo mismo. La infamia eterna. No otra cosa podíamos esperar de un engendro que no distingue entre víctimas y verdugos. Los carceleros de once millones de cubanos encuentran siempre quien les ayude a mantener abiertas las más de doscientas cárceles en las que se mueren más de cien mil desafectos a su robolución. Esta misma semana, la IV Cumbre Unión Europea-América Latina condenó la Ley Helms-Burton. No saben qué es ni les interesa, pero la rechazan con la única intención de demostrar su independencia respecto a Estados Unidos.
Lo que los castristas y sus amigos califican de bloqueo, responde a una iniciativa, mil veces burlada, que busca impedir que se enriquezcan con propiedades robadas los cómplices de la peor de las tiranías que existen en Occidente. Jamás el Gobierno de Estados Unidos bloqueará la prisión grande a no ser que el carcelero Jefe permita a los cubanos embarcar en masa rumbo a las playas de La Florida. Es con lo único que puede amenazar a los estadounidenses y –al menos, por el momento– no les preocupa demasiado. Aún en el caso de que el enajenado y anciano coma-andante decidiera disfrutar de un último y criminal extravío, dudamos de que se lo permitieran los que quieren heredar los frutos de su barbarie. Antes le esconden la Levodopa. En cualquier caso, ya se demoran. Por mucho que hoy se consideren legitimados por una caterva de miserables indiferentes a todo sufrimiento siempre que sea ajeno, no podrán ocultar por mucho más tiempo los crímenes que les permiten pasearse complacidos por Europa.
El pasado miércoles nos visitó, casi en secreto, Felipe Pérez Roque. Muy pocos se enteraron de su presencia en Madrid. Tal vez algún día conozcamos qué le llevó al correveidile del máximo líder de los multimillonarios a hacer escala en la capital de lo queda de España. Por desgracia –tras la masacre del 11-M– son muchos y muy poderosos los amigos con los que pudo compartir una agradable velada. La que no nos visitará será Martha Beatriz Roque. A la disidente cubana le consta que no sería bien recibida por un gobierno que enreda en la Unión Europea en favor de sus verdugos. De poco le sirvió a la economista y liberal cubana denunciar que todo empeoró en la Isla después de que, por incitativa de Zapatero, Europa dejara en suspenso las sanciones diplomáticas que había impuesto al régimen de Fidel Castro.
En el blog de Luis de Pino miles de españoles señalan a todos los desalmados que se beneficiaron de la masacre de Madrid. Son legión. La inmensa mayoría de ellos, castristas de la peor especie. Y es que Zapatero sorprendió a propios y a extraños cuando, sin necesidad, decidió traicionar a sus víctimas y ofrecer una salida a los herederos de la barbarie comunista. Luis del Pino le pregunta con razón al presidente por accidente: "¿Qué sabe ETA de ti, Zapatero? Porque lo tuyo no es normal". También los cubanos le pueden preguntar a ZP, ¿qué saben Castro y sus huéspedes etarras de ti? ¿Por qué te amenaza el coma-andante con los datos que guarda en su "mochila"? ¿Por qué siendo español ayudas a un chantajista asesino que destrozó la vida de cientos de miles de españoles?
