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Amando de Miguel

Por alusiones

Es una ley injusta porque hay muchísimas mujeres que abusan de esa ley para hacer daño y echar de casa a su marido cuando deciden separarse. Se acepta la palabra de una mujer sin que aporte prueba alguna y nunca ha de rendir cuentas de la falsa denuncia.

María Ángeles Fábrega se identifica con algunos de mis planteamientos en el asunto de la violencia doméstica. Por ejemplo, le parece aberrante la expresión "violencia de género". En todo caso, doña María Ángeles sostiene irónicamente que se debería decir "violencia del género masculino sobre el femenino". Su razonamiento se extiende de este modo: "Creo que el hombre, en principio, es más fuerte físicamente [que la mujer] y eso debería ser un agravante, pero creo que [la ley de violencia de género] es una ley injusta porque hay muchísimas mujeres que abusan de esa ley para hacer daño, echar de casa a su marido cuando deciden separarse... Se acepta la palabra de una mujer que quiere echar a su marido de la casa, sin que aporte prueba alguna, y nunca ha de rendir cuentas de dicha falsa denuncia […]. Por otro lado, está la moda progre de la discriminación positiva. Enorme mentira. No existe la discriminación positiva. Cualquier discriminación es negativa; cualquiera". Me congratulo de que haya mujeres tan sensibles.

Diego López Ordóñez me consuela: "No se preocupe, ya somos dos, al menos, los misóginos. Yo siempre he pensado como usted: la pretendida defensa de la mujer que se hace desde círculos pijoprogres está produciendo el efecto contrario". Sospecho que somos más de dos los que así cavilamos.

Por lo menos, Agustín Fuentes me confirma que "sobre lo de la misoginia… estoy de acuerdo con usted [... Es más] ya pensaba como usted antes de leerle". Don Agustín sostiene que en realidad no se lucha contra la violencia doméstica desde las instancias oficiales "cuando la violencia está en la calle por la permisividad de las leyes".

Juan Franco me expresa su "simpatía y admiración" por mis opiniones sobre la violencia doméstica. Añade: "Si por pensar lo que piensa sobre la ley de [violencia de] género le están llamando misógino, creo que es afortunado, ya que es esperable mucho más". A la espera estoy.

Benjamín Blanari (Barcelona) se pregunta si hay una palabra complementaria de misoginia (= odio a las mujeres) para el caso de las mujeres. Tenemos androfobia (= aversión obsesiva hacia los varones). Entiendo que muchas declaraciones que pasan por feministas son simplemente androfóbicas, por lo tanto, sexistas.

Adriana Gámez me cuenta que el día de Sant Jordi estuvo buscando por las librerías mi novela sobre el maltrato de la mujer (Hacían una pareja estupenda, Ediciones del Cobre). Dado que todavía no había salido de la imprenta, doña Adriana se hizo con el libro La lengua viva y se lo regaló a su marido. Así lo expresa: "Gracias por ayudarme a hacer este Sant Jordi tan especial para mi marido". Me maravilla comprobar que un libro puede contribuir a la felicidad doméstica.

Elías Coronado discute mi pretensión de que la Misa no es tan fundamental para un católico como el ejercicio del amor al prójimo. El asunto se despliega en mi libro Los españoles y la religión (Random House). No discuto el valor teológico de la Misa. Simplemente observo, como sociólogo y como testigo, que los católicos actuales no dan tanta importancia a la Misa como en el pasado. Para mí, la religiosidad actual es más una cuestión de caridad o de esperanza que de fe, de vivencia más que de observancia, de vida interior más que de ritual. Pero mi opinión no tiene ninguna autoridad.

Javier Lizarraga avisa, enfático, que "hoy, día 2 de mayo de 2006, habrá sido la última ocasión en la que yo habré leído sus comentarios y los de sus corresponsales". Quiere decir que deja de leer esta seccioncilla. El hombre se ha enfadado por el mal gusto que supone abrir un concurso para calificar a Zapatero. Además, le molesta mucho que se reproduzcan aquí las opiniones de José Mª Navia-Osorio, uno de los corresponsales que yo llamo fijos. Mi comentario es muy simple; lo resumiré en tres puntos: (1) Don Javier seguirá leyendo de vez en cuando este rinconcillo de las palabras. (2) El concurso sobre Zapatero (el peor jefe de Gobierno que ha tenido España durante los últimos 150 años, dicho sea por redondear) es una idea festiva. (3) Las intervenciones de José Mª Navia-Osorio suelen ser ocurrentes y por eso las traigo a colación. No siempre comparto sus reflexiones.

Paloma González-Tablas (Fullerton, California, USA) opina que mi último comentario sobre la opinión de José Mª Navia-Osorio fue "un articulazo que le produjo un gran placer".

Las emotivas emilias de José María Navia-Osorio constituyen un elemento fijo de mis lecturas cotidianas. Es un privilegio recibirlas. Animo a don José María a que escriba sus memorias. Reitera ahora su tesis de que los mozalbetes actuales son "analfabetos funcionales en los temas clásicos de Humanidades. No tienen la menor noción de la Geografía o de la Historia de ninguna época ni de ningún lugar. Curiosamente saben mucha Gramática, aunque no les sirve para nada porque no leen ni escriben". Tienen una asignatura optativa, "Energías renovables", pero la alternativa es peor: "Lengua asturiana". Se despide ─de momento─ don José María con una pesadumbre: "¿Nos meterá Rubalcaba en la cárcel? No vamos a estar mal porque estaremos en la celda que dejen los de ETA y habrá buen ambiente".

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