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Agapito Maestre

El desgobierno y la oposición

Una discusión que no respondía a ninguna realidad política. Todo era virtual. Lo real, sí, el desgaste político de Zapatero por un Estatuto que dinamita a la nación española, ni se tocó.

El debate en el Congreso de los Diputados fue surrealista. Zapatero salió ileso del pleno. Ni se le tocó. Millones de firmas desaprovechadas, trabajos sin resultados y discusiones vacías. Debatían sobre una quimera. El sentido político brilló por su ausencia. Los esfuerzos de Rajoy por razonar su propuesta, un referéndum nacional sobre el Estatuto de Cataluña, eran casi melancólicos. Las respuestas de López Garrido a Rajoy eran tan displicentes como convencionales. Era un debate infantil. Podemos empeñarnos en fustigar al portavoz del PSOE, pero seamos sinceros y reconozcamos que lo tenía demasiado fácil. En realidad, toda la sesión sobraba. No podía ser de otra manera. Era previsible. Aquí está escrito hace ya meses. El PP entró en una dinámica equivocada y no fue capaz de corregir el error. Esperemos que aprenda.

Sí, aunque algunos les cueste aceptarlo, desde el momento que el PP decidió participar en la Comisión Constitucional, que discutía un Estatuto anticonstitucional, se vedaba opciones políticas mucho más serias, por ejemplo, negarse en rotundo a participar en una Comisión que estaba destinada, y todos los sabíamos, a la voladura de la Constitución. El PP se equivocó de estrategia y de táctica. A pesar de los esfuerzos de algunos publicistas por decir lo contrario, no era normal participar en una Comisión parlamentaria, como hizo el PP, a la vez que la deslegitimaba pidiendo firmas para negar lo que allí se discutía.

El error del PP ha tenido un coste. Está a la vista. Una discusión que no respondía a ninguna realidad política. Todo era virtual. Lo real, sí, el desgaste político de Zapatero por un Estatuto que dinamita a la nación española, ni se tocó. En otras palabras, el PP, y me cuesta decirlo, no está aprovechando el desgaste de Zapatero. He ahí el verdadero problema, el asunto genuinamente político. Que nadie se equivoque con la ruptura del PSC y ERC, pues, más pronto que tarde, estos se recuperarán, pero quien no lo hará será Zapatero. ¿Sabrá aprovecharlo el PP? Por este camino, o sea, de amagar pero no dar, lo dudo. Anímese, señor Rajoy, y atrévase con una moción de censura y gente a la calle. Aproveche, hombre, que el personal ya no aguanta tanto desgobierno, o su tiempo político pasará.

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