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Isabel Durán

Rosas blancas manchadas con sangre

Hay que salir todos a la calle con una rosa blanca manchada con tinturas rojas, como hizo ese ciudadano anónimo que depositó una fotografía de Miguel Angel Blanco en el escaño de Rodríguez y la roció de mercromina.

El próximo sábado los ciudadanos tenemos una cita importante. Es, sin duda, la más relevante de los últimos años. Las víctimas del terrorismo han convocado una concentración en Madrid para decirle dos cosas al presunto presidente de todos los españoles. Una, que queremos saber la verdad del 11-M y dos, no a la negociación con ETA. Desde el Gobierno de la Nación su máximo responsable no sólo ha rebasado las líneas rojas de lo democráticamente aceptable sino que ha traicionado a los españoles y ha violado las leyes; todo ello con un juego tan sucio que ha cogido con el pie cambiado a la oposición. Si en el 98 hubo una tregua-trampa, ahora estamos ante el Gobierno-trampa, ante un ejecutivo envilecido y abyecto entregado a las pretensiones del terrorismo nacionalista vasco porque de él depende para su perpetuación en el poder.

Rodríguez Zapatero anunció en el Congreso que iniciará el diálogo con los terroristas aunque no haya "paz". El domingo el presidente ha centrado de nuevo su ataque en el Partido Popular y no en los terroristas, como también es habitual en él. Ha dicho que no va a tolerar que nadie se meta con el PSE por su valiente paso para alcanzar la paz. Vivimos el momento más sucio de la política española del último cuarto de siglo. Zapatero es la política-trampa personificada. Su mensaje de fondo da pavor por repugnante y rastrero: sólo con él hay posibilidades de paz, si ganara el PP habrá muertos. Como ha dicho ETA- Batasuna, "estamos ganando". Pero no los ciudadanos españoles, no las víctimas del terrorismo. No, sus verdugos.

Por eso, el sábado 10 de junio hay que vencer la pereza, el calor, el cansancio y hasta la sensación de hastío y de ser ignorados sistemáticamente por el Gobierno-trampa. Hay que salir todos a la calle con una rosa blanca manchada con tinturas rojas, como hizo ese ciudadano anónimo que depositó una fotografía de Miguel Angel Blanco en el escaño de Rodríguez y la roció de mercromina mientras la Cadena SER decía que los gritos de libertad y dignidad dados por aquel hombre le recordaban al 23-F. Todos con rosas blancas manchadas con sangre simbólica y la SER, que lo retransmita en directo como el 13-M. ¿A que va a ser que no?

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