Menú
Ignacio Villa

Cuando incomoda cumplir la ley

López Aguilar y Pérez Rubalcaba han sido los encargados de dar la cara en este trance y parecían tener que dar el pésame a la viuda en un funeral.

Este martes conocíamos una acción antiterrorista de gran importancia con doce detenidos en Francia y en España. Ha sido una operación impulsada desde el ámbito judicial y que ha provocado un enfado de tamaño considerable en el Gobierno de Zapatero. Y es que cuando se dice que este ejecutivo se encuentra en un proceso de rendición ante los terroristas no hay ninguna exageración. La democracia ha sido entregada al capricho de los terroristas.

Los rostros de los ministros de Justicia e Interior valorando las detenciones han sido un auténtico poema. López Aguilar y Pérez Rubalcaba han sido los encargados de dar la cara en este trance y parecían tener que dar el pésame a la viuda en un funeral. Han sido incapaces de esconder su estado de ánimo: afligidos, decaídos, nada expresivos. Su única preocupación era dejar claro que el proceso –como les gusta llamar a este esperpento– continúa y que nada ha cambiado. Muy lejos, demasiado, se ha llegado cuando un gobierno democrático se muestra tan contrariado por un éxito en la lucha contra el terrorismo.

Estas detenciones dejan al descubierto todo el mundo virtual en el que estamos inmersos. Un día dice la vicepresidenta De la Vega que no hay terrorismo, poco después hablan de unos informes de verificación que nadie se cree para, más tarde, referirse a la víctimas con una falsedad que les deja al borde del ridículo. Un teatro permanente que aparece desbaratado en cuanto sucede cualquier hecho que suponga la más mínima piedra en el camino del proceso de rendición ante el terrorismo.

Cuando Rodríguez Zapatero se dispone a acudir al Congreso para informar de tapadillo del inicio de las negociaciones llegan dos jueces –Grande Marlaska y Le Vert– y dan un golpe en la mesa. La operación antiterrorista ha roto todos los planes del Gobierno. Es el regreso al cumplimiento de la ley y al Estado de Derecho que el Ejecutivo intenta arrinconar como sí no fuera con él. Ahora, el ejecutivo de Zapatero parece sentirse desbordado por los efectos que pueda tener una operación antiterrorista de gran calado.

El simple cumplimiento de la ley ha cambiado el paso a un Rodríguez Zapatero descubierto en sus propias trampas, dejándolo sin autoridad y sin credibilidad. Un Gobierno desnortado y rendido.

En España

    0
    comentarios