Ya falta poco para que Pocholo debute en La Sexta. El tipo más estrambótico que ha pasado por televisión va a tener su espacio para trasladar lo que queda de espíritu extravagante en Ibiza con un programa medio copiado de la MTV.
La cadena del Mundial, que tiene como himno la canción de otro tipo, el Koala, que es como para enmarcarlo en un cuadro o hacerlo partícipe de una noche abierta para monstruos artísticos en un museo de variedades contemporáneas, se ha destapado como la más enloquecida . No es extraño, porque tienen que aprovechar a la desesperada el tirón del fútbol si no quieren pasar a ser una cadena residual.
Hasta ahora, gracias al regalo futbolero , algunos días le ha sacado ventaja a Cuatro, aunque no ha podido con ellos cuando se repartían la señal en los partidos de la selección española. Además, han tenido un pequeño inconveniente. La Sexta tiene como color corporativo un verde parecido, pero ligeramente menos acertado y algo más mustio que Amena, y encima si quieren echarle calor y color español tienen que salir de rojo, el color de Cuatro.
Su estrella en los comentarios de los partidos es Montes, que entretiene a todos los públicos, incluso hace creer que teniendo gracia puede hacerse uno el rey. También Montes con su color mulatón y pajarita no deja de ser un friki en el mundo del deporte.
Algo debe de ocurrirle a ese experto en todos los campos que es Emilio Aragón , padre de familia y persona que no parecía definirse por ningún color político, para presidir una cadena y bendecir una programación que no engancha por ningún lado. Tantas productoras expertas que componen el tinglado de la cadena no parece que las haga tan eficientes como para marcarles goles a las contrarias. Se ve que ganan más dinero con los programas que venden a las televisiones más asentadas.
Como esto del fútbol se acaba enseguida y llega el grueso del verano, que es la temporada más incierta y menos rentable, van a aprovechar estos días para anunciar una parrilla en la que confían, con especial atención a la ficción, en gran parte extranjera, y el entretenimiento. Tienen que encontrar su House, como Cuatro, y algún personaje que se identifique con la cadena, vista de verde o de rayas.
La mochila de Pocholo y sus melenas quieren ser un punto de atención, pero los personajes estrambóticos también tienen que tener su sentido con el resto de la programación. Que le pregunten a Telecinco, que le saca partido a Maite Zaldívar, Pipi , María Patiño o un mechero en el Caribe con grandes beneficios. A esta cadena no la apea del primer puesto nadie. No ocurre igual con TVE que tiene La 2 por los suelos.
Los que han montado La Sexta no son tontos, a la vista está cuando se han hecho con el mundial, aunque se vea a medias, pero la deriva hacia la parrilla incomprensible parece una jugada para ganar en un futuro de locos o una solemne equivocación.
