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Amando de Miguel

Vehículos

Aprovecho para quejarme de la jerga aeroportuaria, verdaderamente latosa por lo redicho. ¿Qué es eso de "hasta que estén completamente parados los motores"? ¿Cómo se sabe que están completamente parados?

Luis Sánchez Cazorla observa que ha empezado una norma de señalización de las carreteras asaz confusa. El nombre oficial de algunas carreteras ─una letra y un número─ cambia según atraviese una u otra región. Si eso fuera así no solo se acentuaría simbólicamente la desmembración de España sino que se produciría un notable caos en el tráfico.

Alejandro Manjavacas Garrido quiere saber por qué decimos "montar a caballo" y no "a burro", "a coche", etc. No tengo ni idea. Quizá nos quede la expresión más larga de "a uña de caballo" (= a toda prisa, a lomos de caballo). Espero alguna aclaración de algún libertario más ducho que yo.

David Gallach Sánchez se encontró en el aeropuerto de Manises (Valencia) con un aviso de Iberia respecto a un vuelo con destino a Asturias. Se pregunta don David: ¿"Desde cuándo Asturias es una ciudad?". Tiene razón. ¿Se imaginan un vuelo que se dirigiera a los Estados Unidos o a California? Aprovecho para quejarme de la jerga aeroportuaria, verdaderamente latosa por lo redicho. ¿Qué es eso de "hasta que estén completamente parados los motores"? ¿Cómo se sabe que están completamente parados? ¿Habrá que decir también que los teléfonos móviles han de estar "completamente apagados"? No es broma. También dicen que la mesita de los asientos debe estar "completamente plegada". Es un perfeccionismo inquietante. También repiten lo de "aquellos pasajeros" en lugar de decir simplemente "los pasajeros".

Miguel González Sorensen presenta una iniciativa interesante para el problema del tráfico automóvil. En su opinión sería mejor multar al vehículo (inmovilizarlo por un tiempo proporcional a la infracción) que multar al conductor. El único problema que veo a la sugerencia es que las personas con dos (o más) vehículos se librarían del castigo. Parece injusto.

Manuel Caridad (Rabat, Marruecos) opina que la señal de circulación "dirección prohibida" debería llamarse "sentido prohibido". Tiene toda la razón... geométrica. No es lo mismo dirección que sentido. Es claro que la línea Norte-Sur indica una dirección, pero dos sentidos (hacia el Norte o hacia el Sur). Pero ¡tarde piache! que dijo el gallego. A estas alturas no vamos a enmendar una convención tan establecida.

Fernando Pérez Dehesa (ingeniero industrial) me envía un verdadero tratado sobre la cuestión del dispositivo para limitar la velocidad de los coches. No es un problema de consumo. Por encima de los 120 km/h los motores consumen mucho. Pero si reducimos la potencia y la velocidad posible, las prestaciones serán pobres. La opinión de don Fernando es que se fabriquen motores híbridos, un motor de gasolina y otro eléctrico. El primero permitiría alcanzar una velocidad razonable de 160 km/h. El segundo funcionario para situaciones de corta duración (cuestas, aceleración rápida). Realmente los ingenieros son ingeniosos.

Diego F.C. Rodríguez (Jujuy, Argentina) confirma que lo debuses un buen invento argentino. Lo llaman tambiéncolectivo, ómnibus, bondiomicro. Añado que en Canarias dicenguagua(supongo que como en algunos países centroamericanos). En Madrid se llama popularmentecamioneta, aunque esa simpática voz está desapareciendo. En muchos lugares se emplea como genérico la denominación de la empresa, por ejemplo, unalsa, unalsina, etc. Me llama la atención el hecho de que las empresas de autobuses se denominen con nombres propios; por ejemplo, Sebastián Ribas o Francisco Larrea.

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