La visita en secreto que realizaron el pasado miércoles a la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, el ministro de Industria, José Montilla, el secretario de Estado de Economía y posible sucesor de Montilla, David Vegara, y el presidente de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, Miguel Sebastián, para hablar acerca de la OPA de la alemana E.On sobre Endesa, pone de manifiesto hasta qué punto está politizado todo el asunto de Endesa.
La Comisión Europea, como es lógico, defiende que las competencias para analizar dicha OPA corresponden al Ejecutivo comunitario, puesto que se trata de una operación de alcance europeo al estar implicadas dos compañías de distintos países de la UE y con un volumen de negocio conjunto fuera de sus respectivas naciones de origen muy elevado. Por tanto, la operación tiene alcance comunitario y, de acuerdo con la normativa de la UE en materia de competencia, le corresponde a Bruselas, y no al Estado español, analizar la misma. Esta es la primera preocupación del Ejecutivo de Zapatero, ya que con el asunto en manos de Bruselas, el Gabinete tendría muy difícil hacer de las suyas para impedir la OPA y volver a dar nuevas oportunidades a la catalana Gas Natural. En este sentido, la lista de personajes que acudió al encuentro con Kroes es significativa. Que estuviera Montilla es, hasta cierto punto, lógico puesto que la OPA afecta a uno de los sectores sobre los que su Ministerio tiene competencias. Lo que no tiene tanta lógica es que apareciera por allí David Vegara cuando su ministro, Pedro Solbes, entiende perfectamente que la competencia para analizar la OPA de E.On le corresponde a Bruselas. Pero si se tiene en cuenta que Vegara será, con toda probabilidad el sucesor de Montilla y que ha estado trabajando por los intereses catalanes desde su nombramiento como secretario de Estado de Economía, las razones son mucho más claras. Y la asistencia de Sebastián no deja lugar a duda alguna acerca de la implicación directa de Moncloa en todo lo que tiene que ver con las OPAs sobre Endesa, por más que el Gobierno lo desmienta una y otra vez.
La visita también es significativa puesto que, desde el momento en que la Comisión Europea decidió que el análisis de la OPA de Gas Natural sobre Endesa era competencia española –decisión que recurrió Endesa ante el Tribunal Europeo de Justicia-, tras las fortísimas presiones del Gobierno de Zapatero en este sentido, Kroes dejó bien claro que ella no estaba de acuerdo con esa decisión y que vigilaría muy de cerca todo lo que ocurriera en España respecto a dicha operación. Ahora Kroes es muy posible que tenga en sus manos el análisis de la OPA de la alemana E.On y no va a dejar que se le vaya de las manos. Además, Kroes cuenta en la Comisión con apoyos significativos, entre ellos el del vicepresidente de la Comisión y responsable de los temas de energía, el alemán Günter Verheuguen, que se ha manifestado una y otra vez a favor de la OPA tanto porque se ajusta al derecho comunitario como porque supone una oportunidad clara y manifiesta para avanzar hacia el mercado único de la energía en la UE. Además, este semestre, la presidencia de turno de la UE le corresponde a Alemania. En consecuencia, todo apunta a que, esta vez sí, Kroes tendrá las competencias que le fueron arrebatadas por presiones políticas en el caso de Gas Natural.
A la luz del comportamiento tanto del Gobierno español como de la Comisión Nacional de la Energía en la OPA de Gas Natural, autorizándola de forma inexplicable –un acuerdo que está suspendido por el Tribunal Supremo tras el recurso presentado por Endesa-, Kroes señaló que vigilaría de cerca todo el proceso, y más desde que E.On presentó su OPA y el Ejecutivo de Zapatero desde el primer momento se opuso a la misma sin razones legales que justifiquen su negativa. Kroes, por tanto, no quiere irregularidades en la OPA de E.On y ya ha advertido que las razones que está esgrimiendo el Gobierno no se ajustan al derecho comunitario. Además, en este punto, cuenta también con el respaldo del comisario de Mercado Interior, que en mayo abrió expediente a España por el decreto anti E.On. Esta posición de Bruselas alcanza especial relevancia desde el momento en que la CNE trata de obligar a E.On a desprenderse de las centrales nucleares propiedad de Endesa si triunfa su OPA, tal y como adelantó Libertad Digital, y ahora también a vender las centrales de carbón, en las que estaba interesada Iberdrola cuando firmó el acuerdo con Gas Natural para la adquisición de parte de los activos de Endesa que la gasista tenía previsto vender si triunfaba su OPA para poder financiarla. Estas prácticas están mal vistas en Bruselas, razón por la cual Kroes prepara todo su arsenal para retener las competencias sobre la OPA de E.On y ejercitarlas con el fin de que nada ni nadie distorsionen la misma.
Al Gobierno español, por tanto, se le plantea una difícil situación: tiene suspendido por decisión judicial el acuerdo del Consejo de Ministros autorizando la OPA de Gas Natural, las competencias sobre la OPA de E.On serán, con toda probabilidad, de la Comisión Europea, y Bruselas está vigilando estrechamente todo lo que ocurre en España en relación con ésta última, todo lo cual va en contra de un Ejecutivo que lo que pretende en ese asunto es satisfacer los intereses catalanes. Desde Moncloa y desde Industria se sigue trabajando para que Endesa termine, finalmente, en manos de Gas Natural. La visita de Montilla, Vegara y Sebastián responde a este único fin. Y luego dicen que la OPA de Gas Natural no está politizada y que el Ejecutivo no tiene nada que ver en el asunto cuando está implicado hasta las cejas. Más claro, agua.
