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Isabel Durán

La flauta mágica de ZP

En la vida real, once personas morían consumidas entre las llamas mientras intentaban apagar un fuego que devastaba miles y miles de hectáreas en Guadalajara; Zapatero continuó atrapado con la fantasiosa y simbólica representación.

La singspiel es una ópera popular. Menos compleja y más atractiva para el pueblo, encuentra su máximo exponente en "La Flauta Mágica" de Wolfgang Amadeus Mozart, que fascinó a José Luis Rodríguez Zapatero. En compañía de su mujer Sonsoles, el presidente del Gobierno fue incapaz de abandonar el Teatro Real de Madrid justo hace un año, cuando disfrutaba de la pegadiza música y una alucinante puesta en escena que arranca con una gran serpiente y un moro muy malo.

En la vida real, once personas morían consumidas entre las llamas mientras intentaban apagar un fuego que devastaba miles y miles de hectáreas en Guadalajara; Zapatero continuó atrapado con la fantasiosa y simbólica representación. Una singspiel llena simbología y referencias masónicas. No en vano tanto el autor del libreto, Emmanuel Schikaneder, como el genial músico pertenecían a la misma logia.

Si "La Flauta Mágica" fue compuesta a por Mozart dos meses antes de morir, Zapatero tiene ya su ópera prima: su propia actuación en relación al 11-M. Una actuación que no acabó el 13-M; aquel día no hizo sino empezar. Veintiocho meses después de la tragedia, el populista, manipulador y demagógico folletín de ZP se ha convertido en una suerte de tenebrosa novela policíaca de terror, donde todavía no se sabe quién es el asesino. En este thriller real, la peor de las sospechas es, a estas alturas, una certeza incontestable: Zapatero no desea saber la verdad sobre quién organizó y quién perpetró la brutal carnicería que mató a 192 personas y dejó a 1500 mutilados y heridos.

Y no sólo ellos. Atravesado ya largamente el ecuador de la legislatura de Zapatero, su Gobierno ha humillado a los 11 muertos del incendio de Guadalajara y los 18 de Afganistán. Un gabinete de pantomimas y teatros que pone cortapisas y mordazas, que se niega a la luz y taquígrafos e impone por decreto versiones oficiales que no se tienen en pie.

La flauta mágica de Zapatero, masónica como la de Mozart, lleva sus propios monstruos y fantasmas y su dúo Papageno (Zapatero-ETA) protagonizado por Patxi López y Otegi. Lo que no sabemos es si al final triunfarán, como lo hace en el libreto del masón Schikaneder, "el reino de la luz y el reino de la verdad".

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