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Amando de Miguel

El lenguaje de la política

Ahora que se va diluyendo la idea de nación española, no es el momento para poner letra a nuestro himno. ¡Qué más quisiera yo, y conmigo unos veinte millones de españoles!

Continúa la participación en el concurso para buscar un epíteto a Zapatero. José Antonio Sobrado sugiere mentecato, esto es, tonto, fatuo, falto de juicio, privado de juicio. Añado que el étimo de esa palabra es mente capto, es decir, el que ha perdido la mente.

Sin aludir al citado concurso, Francisco (ingeniero) envía esta máxima: "No hay ningún tonto bueno".

José Mª Navia-Osorio resucita la vieja polémica de establecer una letra apropiada para el himno nacional español. Tarde piache, don José María. Ahora que se va diluyendo la idea de nación española, no es el momento para poner letra a nuestro himno. ¡Qué más quisiera yo, y conmigo unos veinte millones de españoles!

Don José Mª es el testigo permanente de los sucesos políticos vividos por el vecindario. Anoto su testimonio último:

Ayer estuve en la manifestación convocada por la AVT en mi ciudad (Oviedo). Poca gente pero ilusionada. Este tipo de actos no sirve para obtener votos porque todos los que estábamos allí lo teníamos claro y por eso íbamos. Pero está bien para no sentirnos solos. Además te encuentras amigos que hacía tiempo que no veías. La próxima vez seremos más, y si no somos más da igual porque tenemos razón.

No creo que desde el asesinato de Miguel Ángel Blanco se nos ocurra perdonar a ETA. Tendrían que pedir perdón mil veces y llorar lo que hicieron llorar para que los perdonáramos. ¿Cómo se le ocurre a nadie sentarse a hablar con gente como Otegi? ¿No les da asco ver su cara? ¿Cómo pueden aguantar las ganas de tirarse sobre ellos y estrangularlos? ¿No les humilla ver como se burlan de ellos? ¿No les apetece despintar esa sonrisa burlesca de su cara? ¿no tienen dignidad?. Parece ser que no. ¿Dormirán por las noches? ¿Cruzarán de acera cuando vean venir a algún conocido? ¿Qué dicen a sus hijos? ¿Qué principios les pueden enseñar?. Si no puedes ser un hombre libre que actúa como te dicta tu conciencia, ¿para qué te dedicas a la política? ¿No pudiste encontrar otra forma de ganarte la vida?

De mí sé decir que me tocó leer el manifiestillo de la Fundación en Defensa de la Nación Española (DENAES), junto a otros, en la última concentración de Madrid. Me tocó esa lectura en ausencia de Santiago Abascal, que acababa de ser padre. La misma hoja se leyó al mismo tiempo en otras 21 ciudades, lo que resultaba emocionante. Salvo para la pequeña Historia algunos párrafos del llamado de la DENAES:

Queremos señalar con el dedo y acusar al Gobierno de deslealtad con la Nación española en un momento en el que las conversaciones ETA/Zapatero han puesto en marcha un proceso de autodeterminación del País Vasco que será letal para España. Condenamos esa traición sin precedentes a la realidad histórica, política y cultural de España, y condenamos también la alta traición que se está ejecutando sobre todas y cada una de las víctimas del terrorismo. Una traición que puede suponer, además, una irresponsable e imperdonable incitación a la venganza.

Manifestamos nuestro rotundo NO sin condiciones, a esa política de desmantelamiento de la Nación española que han puesto en marcha los partidos que forman coalición en el proyecto gubernamental, y queremos hacerles saber que vamos a estar vigilantes y que, llegado el caso, reclamaremos de todos ellos la correspondiente responsabilidad penal.

En el recuerdo de Miguel Ángel Blanco, en el recuerdo de todas las víctimas del terror, sabiendo perfectamente a qué llamamos España, queremos decirles a los españoles de bien que vamos a resistir, que no nos temblará el pulso, que no vamos a callarnos y que la sociedad española pueda contar sin condiciones con todos nosotros.

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