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Amando de Miguel

Ejercicios de sintaxis

No me parece grave que escribamos los días de la semana o los meses del año con la inicial mayúscula. Es un reconocimiento de que hay deidades o personajes eminentes detrás de esos nombres.

Francisco Fernández Herrera se extraña del uso del subjuntivo que hace Arturo Pérez-Reverte al comienzo de su discurso de ingreso en la Real Academia Española. Dijo así el popular novelista: "Señor, señoras y señores académicos. Estar aquí esta tarde es favor altísimo y honra [...] Aunque ese favor y esa honra yo no los hubiera codiciado nunca, ni los imaginara siquiera...". A don Francisco le suena mejor: "... Aunque ese favor y esa honra yo no los había codiciado nunca, ni imaginado siquiera". Creo que don Francisco tiene razón. Puestos a enmendar el texto, se podría haber suprimido el "yo". Es triste el abandono en que se tiene al subjuntivo en la parla culta actual, pero resulta igualmente rechazable el recurso forzado al subjuntivo. Es algo muy característico de la prosa periodística.

Gabriel Camino Obiols (Barcelona) vuelve a la carga sobre desayunarse. Para él significa "romper el ayuno" con alguna colación. En ese caso se dice "desayunarse con". En cambio, desayunar (transitivo) significa tomarse la primera comida o bebida del día. Estoy de acuerdo con la distinción propuesta si se acepta que "desayunarse con" significa más cosas: enterarse de algo a primera hora del día, poner énfasis en un condumio particular por lo extraordinario o suculento. Por ejemplo, "los políticos se desayunan todos los días con un sapo: el programa de Federico".

Ernesto Ongas (Campeche, Yucatán, México) me consulta si es correcta la forma "Se venden pandas" (con el verbo en plural) que ha visto en Televisa, la televisión mexicana. Mi impresión es que es perfectamente correcta, si bien en algunos lugares de la América hispana prefieren el verbo en singular ("se vende"). Es lo que técnicamente se llama una oración de pasiva refleja. De todas formas, me someto a la autoridad de los libertarios más duchos que yo en estos malabarismos gramaticales.

José Antonio Martínez Pons insiste en que está mejor dicho "se vende lechugas" que "se venden lechugas". Disiento de mi dilecto corresponsal. Por todas partes vemos que "se hacen fotocopias" o "se revelan o se imprimen fotos". En cambio, "se vende piso". Es claro que el nombre funciona como sujeto de la oración. Luego el singular o plural del nombre debe acordar con el verbo.

Félix Merino Martínez de Pinillos (informático) sostiene que la frase "parte de las llamadas se hicieron" es correcta. No le suena bien "parte de las llamadas se hizo". Para don Félix el sujeto es "parte de las llamadas", esto es, no una sola sino varias. Estoy muy de acuerdo con don Félix. Ni él ni yo somos lingüistas ni nada parecido, pero amamos nuestra lengua. Es lo que nos une a los miembros del clan de los libertarios.

A.L.A. (el hombre pide el anonimato) critica en el LD escribamos los nombres de los meses con mayúscula. Tiene razón; los nombres de los meses, de los días de la semana o de las estaciones del año deben ir con minúscula. Aun así, no me parece una falta grave conceder la mayúscula en esos casos. El principio general es que merecen ir con mayúscula los nombres de las personas o de las cosas que aparecen personificadas. Por ejemplo, el martes procede del planeta Marte y del dios Marte. El mes de julio rememora a Julio César. Desde luego, la Revolución de Octubre (de 1917) requiere las mayúsculas, aunque realmente tuvo lugar en noviembre según el calendario más reconocido. Ahora está de moda decir "el 11-M" y todo el mundo entiende "el atentado de los trenes en Madrid el 11 de marzo de 2004". Hay fechas señaladas que exigen la mayúscula: "el 2 de Mayo de 1808", "el 18 de Julio de 1936", "el 14 de Abril de 1931". En definitiva, la regla de las minúsculas para los meses hay que tomarla con muchas cautelas y excepciones.

David Ruiz Garzón (Madrid) quiere saber cómo se aplica la regla de las mayúsculas a los días de la semana y a los meses del año. En principio, se deben escribir con minúscula, pero, como digo, esa regla admite numerosas excepciones. Por ejemplo, el hospital Doce de Octubre, la fiesta de Viernes Santo, el atentado del 11 de Marzo (11-M). Aun así, no me parece grave que escribamos los días de la semana o los meses del año con la inicial mayúscula. Es un reconocimiento de que hay deidades o personajes eminentes detrás de esos nombres. Una vez más, se impone la vacilación como norma. Lamento que sufran tanto los puristas y purificadores del idioma.

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