Menú
GEES

Promesas incumplidas marca De la Vega

Una vez más ha quedado en evidencia la inutilidad del Ejecutivo español en abordar las cuestiones migratorias y hacerse valer frente a terceros países.

El operativo de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) para la vigilancia y el control de los flujos de inmigrantes ilegales calienta motores. Pero no en las costas canarias, como estaba previsto, sino en las italianas. Desde mayo, nuestras islas esperan con impaciencia la llegada de los dispositivos europeos, anunciada una y otra vez por el ejecutivo español pero siempre demorada, mientras continúan llegando embarcaciones atiborradas de ilegales.

Hace más de dos meses que la vicepresidenta del Gobierno gritó a los cuatro vientos cómo su gobierno había arrancado a la UE un histórico acuerdo de colaboración para frenar la llegada de inmigrantes a nuestras costas. En dos semanas se iniciaría el despliegue de al menos cinco patrulleras, cinco helicópteros, un avión de apoyo, oficiales de enlace y las respectivas tripulaciones, todo ello gracias al compromiso y aportación de al menos una docena de países europeos. A día de hoy, Bruselas dice desconocer la fecha exacta en la que dará comienzo la operación y la aportación comunitaria se limitará a un avión y un barco italianos y un navío portugués. Ante la gravedad de la situación y la desesperación de las autoridades canarias la vicepresidenta apunta que, desgraciadamente, los resultados de la política migratoria de Gobierno no se ven de la noche a la mañana, pero se que se verán a medio plazo. Podía haber avisado antes.

Pero la insolidaridad común europea y la burocracia comunitaria no parecen las únicas causas de la larga espera. Habrá que dar credibilidad a las palabras del propio Franco Frattini, que responsabilizó a España del retraso en la puesta en marcha del dispositivo y subrayó que la fecha de inicio del operativo depende del Estados miembro "que hospede la misión". Declaraciones corregidas impetuosamente por la vicepresidenta primera que sigue reiterando por enésima vez que la misión empezará en los próximos días.

A los italianos, sin embargo, le ha bastado una carta del ministro del Interior, Giuliano Amato, al comisario europeo Frattini para recibir de Bruselas y en menos de 24 horas su plena disponibilidad y colaboración para luchar contra la llegada masiva de inmigrantes a las costas italianas. Tres días después llegaban a Lampedusa y Crotone los responsables de Frontex, que posteriormente acudían al Viminale para concretar los detalles de la misión "Jason I", donde colaborarán italianos, griegos y malteses.

Una vez más ha quedado en evidencia la inutilidad del Ejecutivo español en abordar las cuestiones migratorias y hacerse valer frente a terceros países. La última reunión entre Maria Teresa Fernández de la Vega y el primer ministro marroquí, Dris Jetou, ha sido un fracaso más para nuestra diplomacia. A la negativa de Marruecos a readmitir a más menores ilegales hay que añadir sus objeciones a cumplir el Tratado de Readmisión de Inmigrantes vigente entre ambos países desde 1991. Lo que sí hizo nuestra vicepresidenta fue elogiar a las autoridades alauitas en su lucha contra la circulación ilegal de inmigrantes hacia España. Hechos, no palabras, señora vicepresidenta.

En Sociedad

    0
    comentarios