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Juan Carlos Girauta

Plumas de pavo real

Los pavoneos del socialismo catalán son los del acomodador que anticipara a voz en grito, desde el pasillo central del teatro, el final de un gag de Chiquito de la Calzada, imitando su voz y movimiento: "he acordado el nombre de mi sucesorrrr".

Vicefernández lo ha soltado al fin; ya era hora: a lo mejor Clos no se sienta en el próximo Consejo de Ministros. Sería una lección inolvidable a la federación catalana del PSOE conocida como PSC, a la estulticia de los capitanes y a la soberbia de los pijetes. Al bachiller y al anestesista: el uno alardeando de haber "acordado" el nombre de su sucesor (competencia personalísima y exclusiva del presidente), el otro dándose por designado porque se lo han dicho unos señores muy importantes y enterados de la calle Nicaragua y de la prensa regional. ¿Y si Rodríguez nombra a otro, como sugiere de la Percha? Qué espantoso ridículo, qué vergüenza, que alipori, tras exhibirse ufano el pobre hombre desplegando la cola en abanico. "No voy a engañarles, esperaba un Ministerio". "Desde Madrid trabajaré por Barcelona". "Defenderé la cogestión del Prat", cantaba el pavo.

El cabreo de la Moncloa es comprensible. Rodríguez quería mantener el nombre en secreto hasta después del próximo Consejo. Sabemos que la designación de Clos, se consume o no, constituye, estrictamente, un chiste. Los pavoneos del socialismo catalán son los del acomodador que anticipara a voz en grito, desde el pasillo central del teatro, el final de un gag de Chiquito de la Calzada, imitando su voz y movimiento: "he acordado el nombre de mi sucesorrrr". ¡Silencio! El artista no es usted, don José, el artista es Chiquito, o sea, Rodríguez.

Esta es la situación: si la amenaza de Vicefernández va en serio, habrá cuchufleta masiva, risas contenidas o corrimiento general. Si por el contrario Rodríguez traga y Clos es eyectado a Madrid, los socialistas pueden aprovechar su próximo desalojo de la Generalidad para perder de paso el Ayuntamiento de Barcelona. Aquella por derrota electoral (hasta la esposa de Maragall se ha dado de baja del PSC); esta porque, si los de Esquerra no son tontos, exigirán en el tripartito municipal la alcaldía transitoria, y luego las urnas dirán.

Así que a lo mejor el bueno de Jordi Hereu no se promociona, a pesar de las portadas de los hermanos Nadal. Si Clos se queda, porque se queda; si Clos se marcha, porque el que va a disponer de la alcaldía, impagable plataforma personal, durante unos meses puede ser Jordi Portabella. Si en Esquerra no son tontos, digo.

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