Agustín Fuentes me escribe, todo compungido, porque el disparate de "hayan chuzos" se produjo al transcribir yo un párrafo suyo en el que inadvertidamente se había dejado caer ese error. Gracias por la aclaración, don Agustín, pero no se preocupe demasiado por los errorcillos de la escritura. Quien tiene boca, se equivoca, y a los que teclean, los vapulean.
Claudio Verdú Egea me llama la atención sobre mi queja de que la preposición en abunda en el español y hace muy repetitiva la prosa. Don Claudio se ha puesto a contar las preposiciones que figuran en no sé qué escrito mío, y ha llegado a la conclusión de que la preposición que más se repite es de, seguida a mucha distancia de en. Preciso que, desde hace algún tiempo, procuro sustituir todos los en que puedo. A lo mejor tengo que empezar una nueva cruzada contra los de.
A propósito de mi despego respecto a la preposición en, Víctor Suárez me cuenta lo siguiente. Leyendo una tesis doctoral, encontró que la frase "en base a" se repetía más de cincuenta veces, en lugar de haber puesto "con base en", que es lo correcto. Tiene razón don Víctor respecto a lo repelente que significa la locución "en base a". Claro que todavía suena peor "a base de", por mucho que tenga un cierto arraigo popular.
José María Iboleón Adarraga (Sevilla) recoge el comentario de una autoridad a propósito del descubrimiento de un cementerio islámico al hacer las obras para el metro de Sevilla. El portavoz quiso ser preciso y declaró que "el número de inhumaciones extraídas no pasa de sesenta y una". Don José María sugiere, con buen tino, que hubiera sido mejor hablar de tumbas, no de inhumaciones (= enterramientos).
Ramón Freire Martín (El Rompido, Huelva) me escribe, desolado, sobre la decisión de los astrónomos respecto al planeta Plutón. Han acordado que no es propiamente un planeta. Comprendo el desconsuelo de don Ramón. Es como si un día de estos se reúne la Asociación Mundial de Matemáticas y deciden que el teorema de Pitágoras no se cumple. Vamos a consolarnos un poco. Resulta que Plutón es un asteroide más de un conjunto muy nutrido que se mueve más allá de la órbita de los planetas y que gira en torno al Sol en otro plano de órbita. En ese caso solo caben dos soluciones: rebajar la categoría de planeta a Plutón o concedérsela a unas cuantas docenas más de asteroides, quizá a cientos. Ambas soluciones son malas, pero la "democión" de Plutón es la menos confusa. Claro que el precedente nos puede llevar a otras muchas revisiones históricas y científicas. Por ejemplo, Judas Iscariote tendría que ser excluido del colegio de los 12 apóstoles, puesto que no predicó el Evangelio (la buena noticia). El átomo (= lo que no se divide) tendría que llamarse de otra forma. No me hace muy feliz la nueva calificación de "planeta enano" que quieren darle al pobre Plutón. Es una inaceptable solución salomónica. En esto coincido con el lamento de don Ramón. No sé por qué lo diminuto resulta desdeñoso y lo gigante (híper, macro, súper) aparece como ponderativo. Estadísticamente tanto los enanos como los gigantes son seres anormales, incluso monstruosos. Pero los enanos son objetos de risa, y los jugadores de la llamada NBA aparecen ensalzados. Cualquier día nos dicen que el sistema solar es más bien pequeño en relación a otros de la Vía Láctea. Es más, la Vía Láctea es de tamaño reducido respecto a otras galaxias del universo. No quiero ni pensar la angustia que se va a producir el siglo en que nos percatemos de que nuestro universo es uno de los más modestos de los millones de universos que hay por el vastísimo mundo que nunca conoceremos del todo.
A propósito de una polémica anterior, Alen Franco (Santiago de Compostela, La Coruña) razona que el cartel correcto debe ser "prohibida la venta de tabaco a menores" y no "prohibida la compra". Don Alen sostiene que los menores no son responsables, luego es el dueño del bar quien debe hacerse responsable si se vende tabaco a menores a través de la máquina sita en su local. El razonamiento es impecable, pero no me convence del todo. Se puede prohibir la entrada a los menores en un casino de juego. No hace falta la mayoría de edad para que uno se haga responsable de algo. Por ejemplo, en cuestiones de tráfico automóvil. Estoy hecho un lío. Ya no sé qué letrero puede ser el correcto.
Miguel Oliver (Sanlúcar de Barrameda) anota que, en un editorial de LD. Figura la palabra estadío, con tilde en la i, cuando debe ser estadio (sin tilde). Tiene razón don Miguel, al igual que cuando dice que los médicos suelen decir estadío (con tilde). Es una curiosidad de la jerga médica.
Una precisión sobre la jerga torera que no domino. Me la hacen algunos libertarios. Copio la de Mª Pilar Rodríguez Sánchez, tan precisa como simpática:
Una precisión en cuanto a las suertes del toreo: el natural se da con la mano izquierda, sólo con la muleta; el ayudado, se da indistintamente con la derecha y con la izquierda, pero siempre con la ayuda del estoque; de ser con la derecha y no utilizar el estoque, el ayudado se convierte en derechazo.
