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EDITORIAL

El obcecado protagonismo de Garzón

El auto de inhibición de Garzón parecía –y debía– haber puesto fin al lamentable papel que, hasta la fecha, había desempeñado en todo este asunto. Sin embargo, como en aquella canción mexicana, Garzón “está que se va, que se va, ...y no se ha ido”

Por dos veces la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha denegado a Garzón las competencias para hacerse cargo del caso de la falsificación documental relacionada con el ácido bórico, en el que este juez, además de inmiscuirse indebidamente, había imputado del delito, sin base jurídica alguna, precisamente a los peritos que lo habían denunciado. El posterior auto de inhibición de Garzón parecía –y debía– haber puesto fin al lamentable papel que, hasta la fecha, el juez había desempeñado en todo este asunto. Sin embargo, como en aquella canción mexicana, Garzón "está que se va, que se va... y no se ha ido".

Para empezar, y a pesar de la inhibición, este juez se dirigió al Poder Judicial en busca de un amparo, que ya el CGPJ le había denegado días antes, frente a las legítimas y razonadas críticas que le habíamos dirigido algunos medios de comunicación, entre otras cosas, por la falta de competencia del juez ante ese delito de falsedad documental. Así mismo, y a la vez que supuestamente se inhibía, Garzón dictó otro auto exculpando a Francisco Ramírez y los demás mandos policiales acusados de falsificación. Eso, por no citar la maniobra de remitir el asunto al decanato para que el caso vaya de nuevo a reparto, a pesar de que la juez Gema Gallego lo había admitido ya a trámite y había iniciado ya las primeras diligencias.

Para colmo, en vísperas de que el CGPJ volviera este martes justificadamente a denegarle amparo, y previa filtración al diario ABC, el "inhibido" juez Garzón ha emitido un nuevo auto en el que vuelve a arremeter contra los peritos, a los que acusa de querer vincular, "sin base alguna", a ETA con el 11-M. Al juez le podrá parecer que la posesión de acido bórico por parte de Hassan El Haski "carece de relevancia jurídico-penal" pero, desde luego, lo que la tiene toda es que los superiores policiales de los peritos falsificaran el informe de sus subordinados.

En cualquier caso, y vista la forma tan sui generis que tiene este de juez de inhibirse ante casos para los que reiteradamente se le ha denegado competencias, desde nuestra independencia como medio de comunicación y en ejercicio de nuestra libertad de expresión consideramos que, más que una denegación de amparo, lo que este juez merece del CGPJ es una más que justificada apertura de expediente disciplinario.

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