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Jorge Valín

Año 2002, comienza el caos

Para algunos este increíble aumento fue debido al redondeo del euro. Esto equivale a afirmar que todos nosotros somos unos auténticos irresponsables y suicidas en el manejo de nuestra economía doméstica.

Según un estudio del diario Expansión, desde el año 2002, en que se produjo la entrada en vigor del euro, el coste de la vida ha subido tres veces más que los salarios: tomar un café ahora nos cuesta el doble que en 2002, el cine se ha encarecido un 33%, el pan un 66%, algunos productos frescos han llegado a aumentar más del 150%, el pollo un 130%, el textil un 40% y, sólo en lo que va de año, el alquiler de un piso se ha encarecido un 70% más que el IPC. En realidad, sólo es la aceleración de una tendencia que ya existía; por ejemplo, según indicadores del INE y gobierno, la vivienda ha subido 17 veces más que los salarios en diez años.

Para algunos este increíble aumento fue debido al redondeo del euro. Esto equivale a afirmar que todos nosotros somos unos auténticos irresponsables y suicidas en el manejo de nuestra economía doméstica. El redondeo nos podría haber engañado el primer mes, el segundo a lo sumo, pero no durante más de cuatro años. Si así hubiera sido se habría producido una contracción de la demanda que hubiese provocado la bajada de los precios para igualarlos a las rentas: está claro que si no llegásemos a final de mes, nos desapuntaríamos del gimnasio, no iríamos al cine, no realizaríamos viajes, no nos hipotecaríamos ni nos permitiríamos ningún tipo de lujo. Pero no ha sido así, hemos mantenido el mismo tren de vida.

¿Cómo es que no se ha producido la contracción? Por el aumento del crédito. Nos hemos endeudado más porque el "dinero barato" nos lo ha permitido. De esta situación no son responsables las constructoras, ni los especuladores inmobiliarios, ni los banqueros, ni el malvado charcutero que sube el jamón, sino las autoridades monetarias que se han dedicado a crear "inflación crediticia" que, a propósito, no tiene nada que ver con el IPC que sólo mide una pequeña cesta de productos y servicios y es calculado arbitrariamente por unos números índice. ¿Aparte de los "expertos" del estado, hay alguien que aún se crea los numeritos del IPC? ¿No le indigna que aparezca Solbes diciendo que vamos bien porque la inflación ha subido un tres por ciento? ¿La inflación de qué planeta está midiendo este hombre?

Sólo en el primer año del euro, el número de billetes en circulación se elevó un 21,7% según el Banco de España. Desde entonces, los agregados monetarios han seguido teniendo un fuerte aumento. De hecho, el mismo Banco de España nos lo confirma en su boletín de octubre: "los préstamos concedidos al sector privado registran todavía tasas de dos dígitos en términos interanuales".

Mirémoslo de otra forma. Desde el año 2002 el Ibex 35 ha doblado su volumen y su cotización se ha revalorizado más de 140%. El precio de la vivienda sigue aumentando a un ritmo fuerte aunque ha empezado a disminuir recientemente. ¿Pero no le extraña que haya tantísimo dinero como para encarecer el precio de todo, a la vez, y tanto? Efectivamente tenemos un exceso de liquidez, una inflación crediticia o "dinero barato" que han creado los bancos centrales y sólo nos sirve para ir perdiendo poder adquisitivo mes a mes. Además, bancos, constructoras y eléctricas están teniendo unos elevadísimos beneficios continuados que no son nada normales, y es que también han sido inflados por las nuevas Normas Internacionales de Contabilidad (NIC). Una parte de estos resultados se deben a la productividad real, otra a las NIC, y el resto no es más que inflación, humo, una ilusión de beneficios.

Muy probablemente gran parte de esta inflación o extrema liquidez se desvíe hacia la bolsa, como ya está ocurriendo, durante unos años más. Asistiremos a más benéficos y alzas, en algún momento oiremos los gritos de los "expertos" diciendo que esto no se aguanta. Cuando empecemos a escuchar sus griteríos es que aún quedan un par de años más de "bonanza" y subidas. Lo nefasto de esta situación es que al final la contracción vendrá, y cuanto más tarde, más fuerte será. La principal causa de tal calamidad se llama euro y "estabilidad de precios", eufemismo de los burócratas que sólo significa desequilibrio y pérdida de poder adquisitivo continuo. Esto es lo que ocurre cuando una panda de funcionarios manejan nuestro dinero como si fuera suyo y bajo ninguna responsabilidad. Evidentemente, después, nos culparán a nosotros por habernos endeudado demasiado. Impresentables.

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