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Carlos Semprún Maura

Maquiavelismos de café

Déjame terminar: he decidido votar por Segolène Royal porque es la peor.

– He decidido votar por Ségolène Royal – me dice mi tía Mercedes. (Como sus cuatro maridos eran franceses, ha obtenido la nacionalidad.)

– ¡No seas idiota!

– El idiota eres tú, y además grosero. Déjame terminar: he decidido votar por Segolène Royal porque es la peor.

– ¡Vaya! La politique du pire. Por lo general da resultados catastróficos.

– ¡No me interrumpas! Déjame que te explique: si gana Sarkozy, como se rumorea y dicen los sondeos, vamos a tener tres huelgas generales todas las semanas y manifestaciones diarias. El país se va a paralizar, como en 1995. No pararán de insultar a Sarkozy; la izquierda desde luego, pero también en su propio bando. Le va a ser imposible gobernar. Mientras que si gana la cursi de Ségolène, y aunque sólo cumpla el 10 por ciento de lo que promete, Francia se va a hundir más y los franceses, al fin, se darán cuenta y en las próximas elecciones barrerán a los socialistas del poder para treinta años por lo menos. Y cinco años más de socialismo es mucho para ti, porque eres muy viejo, pero para una nación no es nada.

Y tía Mercedes se ríe, muy satisfecha de sí misma.

– No te falta razón cuando dices que Sarkozy va a tener mucha oposición y muchos problemas si es elegido presidente. Lo cual no es seguro: Chirac está preparando todas las trampas posibles para que pierda. Es un especialista: obró victoriosamente para el triunfo de Giscard contra Chaban-Delmas, que era el candidato oficial de su partido en 1974, y por Miterrand contra el mismo Giscard en 1981. Pero si pese a todo Sarkozy sale elegido, tendrá que gobernar hábil y prudentemente, alternando las medidas populares, como la disminución de los impuestos, que siempre es popular salvo para los ministros de Finanzas, con las medidas impopulares: reforma de las pensiones, de la Seguridad Social, del Código de trabajo y concretamente las 35 horas, reforma de la enseñanza. Y un régimen drástico para adelgazar la burocracia estatal, etc.

– No sólo los ministros de Finanzas, toda la izquierda está por un aumento de los impuestos.

– Eso es lo que dicen sus jefes, pero sus electores de a pie, estarían encantados si disminuyesen. De todas formas, mira una cosa; todos, la izquierda como la derecha, están de acuerdo en decir que lo esencial es el crecimiento económico para crear empleo, aumentar los salarios y el consumo, reducir la deuda pública, etc. Pues eso, y pese a lo que se dice por ahí, no depende del presidente sino de las empresas. Y si se dificulta su desarrollo con tramas burocráticas e impuestos exagerados, no habrá crecimiento.

– No hemos hablado de política internacional (tampoco hablan ellos) pero, a propósito de Chirac, ¿qué te ha parecido su entrevista en Le Figaro del lunes?

– Lo de siempre. Sigue cantando "Tout ve très bien, Madame la Marquise" y perdiendo puntos en los sondeos.

– Bueno, pues me ha convencido, votaré a Ségolène Royal.

Y se ríe, muy satisfecha de sí misma.

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