La septuagenaria escritora Rosa Regàs i Pagés está definitivamente gagá. Lo malo del asunto es que lleva gagá desde hace muchos años. Su "gaguez" es del tipo progresista y rojo, lo que, sin duda, le ha granjeado las simpatías de Rodríguez Zapatero y, por ende, el puesto que ocupa en la dirección de la Biblioteca Nacional (Nacional de España, hay que puntualizar, ya que la Regàs es partidaria de la nación catalana).
Por otra parte, como escritora es muy pesada. No he podido acabar ningún libro suyo, pese a haberme atrevido a intentarlo con varios. He podido leer, sin embargo, el párrafo en que afirma que Barrabás es uno de los ladrones crucificados junto a Jesús. Para una anticatólica como ella, distinguir entre personajes bíblicos es una minucia propia de meapilas, seguramente.
Más llamativas que sus novelas, aunque igualmente infames, son las opiniones que ha ido expeliendo últimamente en artículos, entrevistas y declaraciones públicas. Se esfuerza por dejar claro su republicanismo, su catalanismo, su filocomunismo, su feminismo... y cualesquiera posturas intelectuales que lleven marchamo progre. Sobre todo, hace hincapié en su ferviente adhesión al Régimen zapatético, rayana en el pelotilleo servil. Incluso amenazó, la muy cruel, con exiliarse si ganaba el PP, y llegó a decir que "la derrota del gobierno de Aznar, espectacular y milagrosa, fue la mayor alegría política" de su vida, "más grande incluso que la muerte de Francisco Franco y más que la subida al poder de Felipe González". Para que no quede duda.
Otra de las cualidades que la adornan, cómo no, es el talante. Talante fue su intención de quitar del vestíbulo de la Biblioteca Nacional la estatua de don Marcelino Menéndez y Pelayo, y talante ha sido su intervención en la Comisión de Cultura del Congreso, donde, tras acusar a sus funcionarios de filtrar "falsedades", los amenazó con las siguientes palabras: "El que haya sido, lo pagará; lo pagará como lo paga cualquier delincuente".
Así es ella.
¿Quién es pesada cual losa?
Es Rosa.
¿Quién confunde a Barrabás?
Regàs.
¿Y giliprogre, quién es?
Pagés.
Como en la regla de tres,
la incógnita se despeja:
si es de linaje burgués
y es vana, sectaria y vieja...
es Rosa Regàs Pagés
