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Amando de Miguel

Más curiosidades onomásticas

Años ha, mi padre me contaba que había tenido a sus órdenes a un soldado apellidado Tercero. Nada hasta ahí fuera de lo común, salvo que el mílite en cuestión se llamaba Segundo, y era cabo primero en el cuarto batallón.

Roger Pla cuenta que "mucha gente, quizá por fastidiarme, me llama alguna vez Rogelio". A don Roger le gustaría saber qué diferencia hay entre su nombre y el de Rogelio. Muy sencillo. El nombre original, Rogerio, es germánico, Hrodgari (= lanza famosa). Se tradujo al latín como Rodegarius y, de ahí, Rogerio. Hubo un San Rogerio, obispo de Campania (siglo XII) y otro San Rogerio, obispo de Burgos de origen francés (siglo XIV). En España el nombre se utilizó poco, excepto en Cataluña donde adoptó la forma franca de Roger. Una variante medieval es Rogelio, más utilizada en España, por San Rogelio, mártir en la Córdoba de Abderramán II (siglo IX). No entiendo por qué don Roger se puede molestar si lo llaman a veces Rogerio o Rogelio. En Barcelona a mí, a veces, en broma, me llamaban Estimant. En serio, el Amand original quería decir Almendra.

Juan de la Fuente me ilustra sobre el verdadero origen del nombre femenino María de la O. "Procede de las antífonas mayores que se cantan desde la víspera del 18 de diciembre, festividad de la Expectación [Esperanza] del Parto de Nuestra Señora hasta el día anterior a la Vigilia de la Navidad. Esas antífonas comienzan todas por la exclamación "O" (= ¡oh!): por ejemplo, O Sapientia, O Adonai, O Radix Jesse, O Clavis David, todas alusivas al Mesías esperado". Así pues, María de la O es la advocación de la Virgen de la Esperanza, en el sentido de que espera el parto. Esa misma interpretación, con ligeras variantes de detalle, me la envían otros varios libertarios. Gracias les sean dadas por tanta gentileza.

José Ignacio de Arana Amurrio (Madrid) añade el detalle de la talla barroca de la "Virgen paridera" en la que representaba su vientre como una especie de sagrario donde se veía la imagen del Niño Jesús.

María de la O Olmedo Babe señala que Nuestra Señora de la O es la patrona de Pontevedra. Las Marías de la O celebran su santo el 18 de diciembre junto con las Esperanzas y Macarenas. Añado que queda claro que esa advocación se refiere a la Virgen en estado de buena esperanza, como antes se decía.

De paso, me informa doña María de la O que su abuelo, Federico Babé, lleva años anotando palabras que contienen las cinco vocales. Las llama "pipistrélidos". Ha reunido más de ocho mil. Hay gente admirable.

José Luis Mauleón Álvarez de Linera (Madrid) me dice que en el Hospital Infantil de la Paz fue atendido un niño llamado Obimar. Simplemente, cuando nació, sus padres consultaron el almanaque y vieron que había un santo al que seguía el nombre de "Ob. y mar." (= obispo y mártir). Les faltó tiempo para llamar así a la criatura.

Gabriel Ter-Sakarian Arambarri me cuenta de un amigo que montó con otros una compañía de aviación para viajes regionales. "No se les ocurrió nada mejor que llamarla Ícaro. En el primer viaje, el avión se estrelló". Me recuerda la idea de "sincronicidad" de Jung. Definitivamente, el nombre hace a la cosa. En ese caso el personaje mitológico Ícaro se estrelló al volar con unas alas pegadas al cuerpo con cera.

Transcribía yo el dato que me proporcionaba Javier Medin sobre el nombre femenino andaluz de Subterráneo. Javier Álvarez Medin aclara que quizá se trate de Soterraño, puesto que la patrona de Aguilar de la Frontera es María Santísima de Soterraño.

Adolfo Menéndez-Alvarez aporta algunos nombres propios de mujeres que se dan en su tierra asturiana:

  • Edilia (su madre y su hermana)
  • Alcides
  • Ludivina
  • Pristila
  • Reolindes
  • Erundina

Fernando González González (Málaga) especifica que hay un nombre curioso, Senén, que es el que tiene su "preciosa novia". Simplemente, cuando nació, le pusieron el nombre del santo del día. Pudieron elegir entre Senén y Abdón. Senén sonaba menos masculino.

Juan Antonio Martínez Pons asegura que, en Mallorca, Montserrat puede ser nombre de varón. En su caso, el nombre de José Antonio es compuesto para dar satisfacción a sus dos abuelos, José y Antonio. Concluye: "si le soy sincero, me parece mejor buscar el nombre en la familia que en la corte monegasca o en el reparto de un culebrón".

Illya Kuryakin me envía una tierna historia onomástica:

Años ha, mi padre me contaba que había tenido a sus órdenes a un soldado apellidado Tercero. Nada hasta ahí fuera de lo común, salvo que el mílite en cuestión se llamaba Segundo, y era cabo primero en el cuarto batallón. Contaba que la broma clásica en el cuartel era enviarle a un quinto del sexto batallón, con la frase "¿Es usted el primero Segundo Tercero del Cuarto? Yo soy un quinto del Sexto...". Hasta la fecha había creído siempre que esta historia era una broma, pero, para mi sorpresa, hace un par de semanas encontré, navegando por la red, un foro de veteranos paracaidistas, en el que había publicada una foto de mi padre (que me apresuré, huelga decirlo, a guardar); y la foto había sido enviada por el Sargento Tercero...Tengo que contactar con él y comprobar la veracidad de la historia; aunque sólo sea para pedir perdón –otra vez– a mi padre por mi falta de fe.

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