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Carlos Semprún Maura

Made in China

El colmo es que pueden ganar. Sobre todo si Chirac sigue empeñado en que pierda Sarkozy.

Ségolène Royal está en China, para una corta visita de ínfulas presidenciales. Como siempre, tratándose de ella, los medios le dan más importancia a este viaje privado que a los oficiales de verdaderos presidentes. No se puede zapear entre los diferentes telediarios sin ver a la candidata haciendo turismo "made in China". Pude así constatar que los franceses tienen razón cuando se burlan de ellos mismos y declaran que "los franceses ignoran la geografía". Yo añadiría que también ignoran la Historia en general y la de las religiones en particular, porque Royal se creyó que China era un país musulmán y se paseó por la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida vestida de blanco inmaculado, el cabello cubierto con velo, o pañuelo, pero no negro como tantas mahometanas, sino asimismo blanco, como las hindúes. Luego, alguien de su numeroso séquito le dijo que China no era islámica, sino comunista-capitalista, y se quitó el velo.

En múltiples declaraciones a la prensa gala que la arropaba, Ségolène declaró que no estaba en China para dar lecciones de geografía o historia, sino para informarse e intercambiar recetas medioambientales, que son algo muy aplicado en China, como bien es sabido. Apuesto a que no va a preguntar a sus interlocutores cuantos años han pasado desde que hicieron del arroz transgénico, prohibido en Francia, la base de su alimentación popular, suprimiendo así la tremenda hambruna que antes existía. Ni se informará de lo esencial, o sea: ¿cómo es posible que una férrea dictadura de partido único comunista, que no admite libertad de expresión, ni sindicatos libres, ni ninguna de las más elementales libertades democráticas, que encarcela y fusila a sus disidentes, haya logrado desarrollar un capitalismo pujante y conquistador, reintroduciendo la propiedad privada? Ese sí que sería un tema interesante de discusión. Pero los temas interesantes de discusión son precisamente los que siempre elude a candidata socialista.

El ex ministro y ex candidato a la candidatura del partido socialista Jack Lang, que acaba de romper un contrato editorial y prohibido la salida de un libro suyo en el que arremetía contra Ségolène Royal, negó en la emisión de Le Gran Jury –de la radio RTL, la televisión LCI y el periódico Le Figaro– que hubiera hecho tal cosa, añadiendo que jamás ha dicho, escrito o pensado pestes de esa señora. En cambio nos dio, con sus habituales muecas cursis, una visión mística, angelical de la candidata, afirmando que la esperanza y la confianza en esa nueva Evita constituían el motor del desarrollo económico y de la potencia de Francia en el mundo (y en China). El colmo es que pueden ganar. Sobre todo si Chirac sigue empeñado en que pierda Sarkozy.

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