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Juan Carlos Girauta

La inquietante foto

La tenida patrocinada resume el nuevo régimen: discurso paupérrimo, información falsa o borrosa, antiamericanismo de barra de bar, fatal debilidad ante el terror.

Esa imagen de Rodríguez y Garzón, presididos por la estrella de La Caixa, da miedo. No sé por qué, tendré que pensarlo. De la misma manera podría dar risa, pues el presidente sigue con el síndrome de Zelig, adoptando expresión, gestos, prosodia, ademanes y voz del interlocutor. Lo que le fuerza a mutar sin descanso. Claro que la mayoría de esas apropiaciones indebidas del hombre sin atributos (sí, Calvo, de Musil) no se aprecian en la foto que trae el diario.

La foto que trae el diario sugiere perfecta simetría especular. Para mayor efectismo, el ejecutivo y el judicial se calzaron el mismo traje. Pero qué digo. Aquí hace años que el ejecutivo y el judicial comparten uniforme.

Lo único asimétrico era la estrella de La Caixa, que, como la de Belén, guía a los magos hasta el pesebre. La simpática entidad gusta mucho al establishment catalán justamente por eso, porque uno suele acabar en un lindo pesebre cuando sigue su estela.

Uno de los motivos de inquietud es que Rodríguez haya llamado "tramo final del terrorismo" a una etapa indefinida y cifrada en años. Toma Jeroma. Si nos ponemos así, estamos en el tramo final de todo, dada la inexorabilidad de la segunda ley de la termodinámica. Lo que sí ha terminado ya es el poco respeto que le pudiera quedar al presidente de los EEUU hacia el hombre sin atributos.

Conveniente, fraternal, mayéuticamente conducido por el juez del "Aznar asesino", nos comunica Rodríguez que los EEUU no promueven el desarrollo en Latinoamérica, ni los procesos de integración, ni nada de nada. Una vez consumada la Alianza de Civilizaciones, es posible que Zapo tenga un momento Sagasta y se disponga a darles una buena lección a esos tipos, para que aprendan.

Este sujeto tan agrio cuando se refiere a la primera democracia del mundo, sólo tiene buenas palabras para las tiranías. Este ser que basa su política nacional en apestar al PP para ponerle a continuación un cordón sanitario, no expresa más que reconocimiento para De Juana Chaos y Otegi.

La tenida patrocinada resume el nuevo régimen: discurso paupérrimo, información falsa o borrosa, antiamericanismo de barra de bar, fatal debilidad ante el terror. Dos expertos en dañar instituciones charlando en perfecta sintonía desgranan, en el mejor de los casos, naderías. Bajo la inquietante estrella de un poder financiero descomunal, invasivo, semipúblico, voraz y partidario. Y molt emprenyat por haberse tropezado con el maldito mercado y la enojosa libre competencia cuando se veía engullendo un gigante industrial a precio de ganga.

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