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EDITORIAL

El himno español es de los españoles

No harían mal los principales partidos políticos, tanto el PSOE como el PP, en emplear una bandera y un himno que no tienen ideología: son de todos.

Era de prever. Tras el éxito de la manifestación convocada por el Foro Ermua en Madrid el pasado sábado lo que tocaba es que los socialistas se sacasen un conejo de la chistera y extendiesen la consabida cortina de humo. Esta vez le ha tocado al himno nacional, marcha cuyas notas representan a nuestra nación, y de manera que la nación son los individuos que la sienten como tal, el himno pertenece a todos los españoles que dicen en llamarse así. La casualidad ha querido que el PSOE haya tirado esta vez de un malhadado decreto promulgado en tiempos de Aznar. Un decreto de difícil interpretación pero que los de Ferraz han interpretado del modo más restrictivo posible.

Siguiendo la cortina de humo extendida con sumo cuidado por López Garrido, la marcha real sólo podría hacerse sonar en actos oficiales y partidos de fútbol. Esto, obviamente, es una estupidez. Al igual que la bandera o el escudo nacional, el himno forma parte de la simbología oficial que es propia del Estado, pero eso no es óbice para que los que legitiman ese Estado, los españoles, puedan hacer uso de los símbolos cuando, como y donde les plazca. Faltaría más, y si no pudiese ser así España sería el único país del mundo donde los ciudadanos no pueden exhibir la bandera o tocar el himno de su propia patria. Es de sentido común, aunque López Garrido se escandalice y Acebes se avergüence de que, en la manifestación, se tocó el himno de la nación a la que representan y que, entre otras cosas, les proporciona trabajo y sustento. No harían mal los principales partidos políticos, tanto el PSOE como el PP, en emplear una bandera y un himno que no tienen ideología: son de todos.

Nadie debe pedir perdón por interpretar el himno nacional ni por sacar de paseo una bandera de España, cualquiera está en su derecho de hacerlo. Y menos aún que pedir perdón, nadie debe afear la conducta por emplear los símbolos que los españoles nos hemos dado para representar musicalmente y en colores la existencia de nuestra patria, la encarnación de nuestras libertades y de la que, por múltiples razones, deberíamos sentir orgullo.

En España

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