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Ignacio Villa

Con las manos en la masa

Están haciendo méritos ante los terroristas, lo que no deja de ser una señal de que están dispuestos a todo; en estas circunstancias, es normal que ETA imponga sus condiciones.

El Gobierno ha intentado introducir en el Parlamento Europeo una enmienda torticera y malintencionada. Ha pretendido que en Estrasburgo se apruebe una iniciativa para que en la lista europea de organizaciones terroristas se hiciera una diferenciación que en los juzgados españoles no existe. Quería que se señalara que, por un lado, está la organización terrorista y, por otro, el brazo político. En definitiva, con esta iniciativa se buscaba deshacer otro de los éxitos de Aznar en la lucha antiterrorista lavándole la cara terrorista a Batasuna que, según ha certificado el Tribunal Supremo, como brazo político forma parte del cuerpo de ETA.

El encargado de llevar a cabo esta infame pretensión ha sido ese socialista cuyo nombre evoca el mal fario, la Expo'92 y la candidatura de Borrell a la presidencia del Gobierno. Ese, sí, el conocido como el "gafe sevillano", el que todo lo que toca lo estropea. Pues bien, este hombre al que prefiero no nombrar presentó una propuesta de resolución como consta en el orden del día del Parlamento. Más tarde, cuando se dieron cuenta de que no tenían apoyos suficientes para sacarlo adelante, la han retirado para evitar el ridículo. Desde entonces, los socialistas se han dedicado a ir por los pasillos de la eurocámara despotricando contra el PP, al que calificaban de mentiroso por difundir esa información. Incluso el ministro Pérez Rubalcaba ha salido al paso desde Bruselas diciendo que jamás tuvieron esa intención.

Lo cierto es que la propuesta de resolución se presentó, como se refleja en la documentación del Parlamento Europeo; otra cosa es que se hayan dado prisa en retirarla al ver que la opinión pública iba a saber de esta nueva humillación del Gobierno en su proceso de rendición del Estado de Derecho ante ETA. Lo importante, en todo caso, no son las excusas de Rubalcaba sino que han sido descubiertos con las manos en la masa, dispuestos a colocar a Batasuna fuera de la lista de organizaciones terroristas, en esa angustiosa y trepidante carrera por facilitar que Batasuna pueda estar en las próximas elecciones municipales, que parece evidente que es lo que quieren. Aunque haya que saltarse la ley a la torera.

Lo ocurrido en Estrasburgo demuestra que el Gobierno, pese al atentado de Barajas, trabaja en la misma dirección de siempre: ayudar a que el entorno de ETA pueda presentarse a las elecciones como uno de los múltiples "precios políticos" que ya ha pagado y que piensa pagar en el futuro. Zapatero y los suyos no han dejado de ceder para que ETA acepte continuar en el proceso. Están haciendo méritos ante los terroristas, lo que no deja de ser una señal de que están dispuestos a todo; en estas circunstancias, es normal que ETA imponga sus condiciones. Y si hay alguna que esté clara es la de presentarse a las elecciones municipales.

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